Ankara examina opciones para reincorporarse al programa F-35, tras la exclusión causada por el sistema de defensa S-400.
Turquía plantea desactivar los S-400 para regresar al programa F-35
Continúan surgiendo informes sobre el interés de Turquía en reincorporarse al programa F-35 después de haber sido expulsada por adoptar el sistema de defensa aérea ruso S-400 Triumf. Estados Unidos y la OTAN señalaron que estos sistemas no son compatibles y que el S-400 podría comprometer la seguridad del F-35 de Lockheed Martin.
Recientemente, un exministro turco sugirió vender los S-400 a India o Pakistán, y también se había propuesto suministrarlos a Ucrania. Sin embargo, parece que Ankara podría optar por mantener los sistemas en su arsenal, pero sin activarlos, guardándolos literalmente “en cajas” bajo supervisión estadounidense.
Es improbable que Washington acepte esta propuesta, especialmente considerando que Turquía ya ha probado los radares y disparado un misil de prueba, aunque el S-400 no se ha integrado completamente en su defensa aérea. En 2022, el exministro de Defensa turco aseguró que los misiles estaban listos para ser utilizados si fuese necesario.
Posibles acuerdos de supervisión podrían facilitar la reincorporación
Estados Unidos ha manejado situaciones similares en el pasado, como con la adopción del F-16 por parte de Pakistán. En ese caso, se acordó un alto nivel de supervisión sobre el uso de los aviones para proteger la tecnología. Un análisis de 2020 sugirió que Turquía podría estar sujeta a un acuerdo similar si busca regresar al programa F-35.
Sin embargo, las señales de Ankara indican una preferencia por mantener los S-400 en lugar de aceptar las condiciones para volver a integrar los F-35. Esto está motivado en parte por su objetivo de desarrollar su propio caza furtivo de quinta generación.
El programa F-35 también se ha visto afectado por preocupaciones de espionaje, especialmente por la adopción de la red 5G de Huawei en ciertos países. La venta de los F-35 a los Emiratos Árabes Unidos se frustró en parte por el uso de la tecnología de Huawei, lo que también podría complicar las aspiraciones de Turquía, dado su propio despliegue de la red china.
Huawei y la 5G añaden complejidad a las relaciones con Estados Unidos
La adopción de redes 5G fabricadas por Huawei ha sido motivo de preocupación para Estados Unidos y sus aliados, quienes temen posibles riesgos de seguridad asociados con el espionaje. Turquía actualmente está instalando estas redes, lo que podría representar un obstáculo significativo en sus esfuerzos por regresar al programa F-35.
En 2020, el Reino Unido decidió revertir su decisión de utilizar tecnología Huawei para su red 5G, después de presiones de sus aliados. Estados Unidos ha mantenido una postura firme contra Huawei, imponiendo restricciones comerciales y acusando a la empresa de estar vinculada al gobierno chino, acusaciones que la compañía ha negado reiteradamente.
A pesar de estos desafíos, Turquía parece decidida a encontrar una vía para reingresar al programa F-35. Sin embargo, su lealtad al sistema S-400 y su integración de la red 5G china indican que las diferencias con Washington y la OTAN siguen siendo profundas.
El papel de Rusia y la influencia sobre la decisión turca
La posible venta de los S-400 por parte de Turquía enfrenta un obstáculo adicional: Rusia. Moscú, que vendió los sistemas a Turquía, podría no estar dispuesta a permitir su transferencia a terceros países, ya que esto no representaría ninguna ganancia para el Kremlin.
La adquisición de los S-400 por parte de Turquía ya ha causado divisiones dentro de la OTAN, lo cual podría ser un objetivo deliberado de Rusia para debilitar la cohesión de la alianza. Estos factores, junto con la red 5G china y las tensiones con Grecia, sugieren que Turquía enfrenta un camino complicado para restaurar su participación en el programa F-35.
En conclusión, es poco probable que los pilotos turcos vuelvan a volar en los F-35 mientras mantengan los S-400 y los vínculos con China y Rusia. Estos desafíos demuestran las complejidades de las alianzas militares y tecnológicas en un mundo donde la seguridad y la soberanía nacional están en constante tensión.