El Eurofighter Typhoon despliega misiles Meteor, Brimstone y bombas Paveway IV en configuraciones letales, destacando en Libia con ataques precisos.
Typhoon en Modo Bestia: potencia de fuego multifunción
El Eurofighter Typhoon, un caza de generación 4.5, se transforma en una máquina de destrucción al activar su Modo Bestia, cargando hasta 7,500 kg de armamento externo en 13 puntos de anclaje. Esta configuración combina misiles aire-aire Meteor, misiles aire-tierra Brimstone y bombas guiadas Paveway IV, permitiendo al Typhoon dominar combates aéreos y terrestres simultáneamente. En 2011, durante la intervención de la OTAN en Libia, los Typhoon británicos e italianos demostraron esta capacidad, ejecutando ataques de precisión contra vehículos y posiciones terrestres con una letalidad quirúrgica.
El 12 de abril de 2011, un Typhoon de la Royal Air Force (RAF), junto a un Tornado GR4, lanzó una bomba GBU-16 Paveway II de 454 kg contra vehículos de las fuerzas de Gaddafi. La RAF calificó el ataque como “muy exitoso y preciso”, marcando un hito en la transición del Typhoon a un rol polivalente. La integración del pod de designación Litening III permitió a los pilotos británicos identificar y destruir objetivos con precisión, incluso en entornos complejos. Los Typhoon italianos, por su parte, realizaron misiones de reconocimiento y ataque terrestre, complementando las operaciones aliadas.
La clave del Modo Bestia radica en su versatilidad. Los Meteor BVRAAM, con un alcance superior a 100 km y propulsión ramjet, garantizan superioridad aérea al neutralizar amenazas a larga distancia. Los Brimstone, diseñados para eliminar blancos móviles como tanques o vehículos ligeros, ofrecen baja colateralidad, ideales para apoyo aéreo cercano. Las Paveway IV, con guiado láser y GPS, alcanzan una precisión de 3 metros, permitiendo ataques desde altitudes medias o altas, fuera del alcance de defensas antiaéreas. Esta combinación convierte al Typhoon en un “camión de misiles y bombas”, capaz de apoyar cazas de quinta generación como el F-35.
El radar CAPTOR-E AESA, introducido en tranches recientes, potencia estas capacidades. Este sistema detecta y rastrea hasta 20 objetivos simultáneamente, ofreciendo un campo de visión 50% más amplio que los radares de placa fija. Junto al sensor PIRATE IRST, que identifica blancos por calor, el Typhoon mantiene ventaja táctica en escenarios multifunción. Su capacidad de supercrucero, alcanzando Mach 1.3-1.5 sin postquemadores, permite al avión maniobrar rápidamente mientras conserva combustible, crucial para misiones prolongadas.

Datos clave del Typhoon en Modo Bestia
- Carga máxima: 7,500 kg en 13 hardpoints (8 bajo alas, 5 bajo fuselaje).
- Misiles Meteor: Alcance >100 km, velocidad hasta Mach 4, guiado activo por radar.
- Misiles Brimstone: Guiado láser y milimétrico, hasta 18 por misión, ideal contra blancos móviles.
- Bombas Paveway IV: Precisión de 3 m, rango de 10-15 millas náuticas, programables en cabina.
- Radar CAPTOR-E: AESA con rastreo de 20 objetivos y resistencia a contramedidas electrónicas.
- Supercrucero: Mach 1.3-1.5 sin postquemadores, optimizando alcance y maniobrabilidad.
Despliegue en Libia y evolución del Typhoon
En Libia 2011, los Typhoon de la RAF y la Fuerza Aérea Italiana ejecutaron misiones de ataque terrestre y reconocimiento bajo la operación Ellamy. Los británicos integraron bombas Paveway II y misiles Storm Shadow, mientras los italianos emplearon configuraciones similares. Estas misiones destruyeron posiciones terrestres clave, incluyendo tanques y búnkeres, demostrando la capacidad del Typhoon para operar en entornos hostiles. La RAF reportó que los Typhoon volaron con configuraciones pesadas, incluyendo tanques de combustible externos, sin sacrificar agilidad.
La evolución del Typhoon ha sido constante. El programa Project Centurion (2018) integró los misiles Meteor, Brimstone y Storm Shadow en 107 Typhoon Tranche 2 y 3 de la RAF, reemplazando las capacidades del retirado Tornado GR4. En 2017, pruebas exitosas de lanzamiento de Brimstone confirmaron su integración, con lanzadores triples bajo cada ala, permitiendo hasta 18 misiles por misión. La Fase 3 de Mejoras (P3E) añadió capacidades de ataque múltiple, permitiendo al Typhoon atacar varios objetivos en una sola pasada.
El diseño aerodinámico del Typhoon, con alas en delta y canards, otorga una maniobrabilidad excepcional. Las mejoras del programa Enhanced Manoeuvrability (EFEM), probadas en 2015, incrementaron la sustentación en un 25%, mejorando el radio de giro y la precisión de puntería. El piloto de pruebas italiano Raffaele Beltrame destacó que el Typhoon alcanzó un ángulo de ataque 45% mayor y tasas de alabeo 100% superiores, optimizando su desempeño en combates aéreos y terrestres.

Los Typhoon también incorporan materiales compuestos y absorbentes de radar, reduciendo su firma en un 15% metálico. Esto, junto al sistema Praetorian DASS, que incluye contramedidas electrónicas y alertas de misiles, mejora su supervivencia en teatros de alta amenaza. La cabina, equipada con pantallas multifunción y un sistema de comandos por voz, reduce la carga del piloto, permitiendo enfocarse en la misión.
Contexto global y futuro del Typhoon
El Eurofighter Typhoon, desarrollado por Airbus, BAE Systems y Leonardo, entró en servicio en 2003 tras iniciarse en 1983 como el programa Future European Fighter Aircraft. Operado por nueve naciones, incluyendo Reino Unido, Alemania, Italia, España y Arabia Saudita, ha acumulado experiencia en operaciones como Shader (Irak/Siria) y patrullas de la OTAN en el Báltico. En 2021, un Typhoon de la RAF derribó un dron en Siria, marcando su primer derribo aire-aire operativo.
Países como Qatar y Kuwait han adquirido Typhoon Tranche 4, equipados con el radar ECRS Mk2 AESA, que mejora la detección y resistencia a interferencias. Alemania ordenó 38 Typhoon en 2020, mientras Italia planea adquirir 24 adicionales en 2024. Estas compras aseguran la producción hasta 2030, con un costo por unidad de entre 120 y 150 millones de dólares, dependiendo de la configuración.
El Modo Bestia no es solo una demostración de fuerza. Su capacidad para operar junto a cazas stealth como el F-35, asumiendo roles de “camión de misiles”, lo posiciona como un activo clave en conflictos futuros. En ejercicios como Red Flag, el Typhoon ha superado a cazas rusos y occidentales en combates simulados, gracias a su combinación de velocidad, armamento y sensores avanzados.
Con actualizaciones continuas, como la integración del misil SPEAR 3 y mejoras en el radar CAPTOR-E, el Typhoon permanecerá relevante hasta 2060. Su diseño modular permite incorporar nuevas armas y sistemas, asegurando que el Modo Bestia evolucione para enfrentar amenazas emergentes, desde drones hasta misiles balísticos. El Typhoon no solo sobrevive en el campo de batalla; lo domina con una furia implacable.