Las Fuerzas Aerotransportadas de la Federación Rusa han experimentado una significativa disminución en su capacidad operativa, tras la confirmación de la pérdida de tres aeronaves críticas en su arsenal: dos bombarderos Su-34 y un caza Su-35.
Esta revelación proviene del Mando de la Fuerza Aérea de las Fuerzas Armadas de Ucrania, que indicó la caída de estos aviones en el sector oriental. La particular configuración de estos aviones y el hecho de que fueran derribados simultáneamente apuntan a que operaban como un escuadrón dotado de kits UMPK, que permiten a los bombarderos funcionar como planeadores.
Según los procedimientos tácticos estándar, los Su-34 se dedicarían al ataque de blancos terrestres bajo la protección del Su-35, cuya capacidad para emplear misiles antirradar es crucial.
Enfocándonos en los detalles operativos, es esencial destacar que los misiles antiaéreos GEM-T pueden alcanzar objetivos de alta altitud a distancias de hasta 150 km. Dentro de la denominada zona de “no escape”, extendida a un radio de 110 km, ningún avión de combate adversario puede evadir un ataque de misil. Los bombarderos equipados con UMPK, por su parte, tienen la capacidad de planear hasta 60-70 km.
Estrategias innovadoras en defensa antimisiles: El enfoque “Roaming Patriot”
El concepto del “Roaming Patriot” representa una táctica defensiva avanzada, especialmente en el ámbito de la defensa contra misiles y aeronaves. Esta estrategia implica el despliegue dinámico del sistema de misiles Patriot, una plataforma altamente sofisticada diseñada para la interceptación y neutralización de amenazas aéreas y misilísticas. La principal ventaja de esta táctica radica en su movilidad, permitiendo la reubicación constante de los sistemas de misiles para sorprender al adversario.
El término “Roaming Patriot” alude a la naturaleza nómada de estos sistemas de defensa, que al estar en constante movimiento, complican a las fuerzas enemigas la tarea de detectar y anticipar su posición. Esta maniobrabilidad no solo incrementa las probabilidades de interceptación exitosa, sino que también expande el rango operativo de la defensa antimisil, adaptándose a las necesidades tácticas del momento.
La efectividad del “Roaming Patriot” se deriva de la incorporación del elemento sorpresa en la estrategia defensiva, limitando la capacidad del enemigo para prever la localización de estos sistemas hasta que resulta demasiado tarde para reaccionar. Al ampliar la cobertura de defensa, esta táctica asegura una mayor protección frente a incursiones aéreas adversarias.
Capacidades complementarias del Su-34 y el Su-35 en la estrategia aérea rusa
El Sukhoi Su-34, apodado Fullback, y el Su-35, conocido como Flanker-E, representan pilares fundamentales en el arsenal aéreo de la Fuerza Aérea rusa, cada uno exhibiendo capacidades únicas que se complementan en el campo de batalla.
El Su-34 se especializa como cazabombardero, diseñado para llevar a cabo misiones de ataque profundo con su extenso arsenal de armas aire-superficie. Su configuración le permite incursionar en territorios adversarios, realizar su misión y volver intacto, respaldado por un diseño robusto que incluye blindaje y contramedidas electrónicas avanzadas. A pesar de su capacidad ofensiva, es importante notar que el Su-34 no posee capacidades furtivas, haciéndolo visible al radar enemigo.
En contraste, el Su-35 se desempeña en un papel más versátil, operando como un caza de superioridad aérea con capacidades para misiones de ataque y reconocimiento. Aunque tampoco se clasifica como un caza furtivo, su diseño reduce significativamente la sección transversal de radar, dificultando su detección por parte de las fuerzas opuestas. Equipado con sistemas de aviónica y sensores de última generación, el Su-35 proporciona una conciencia situacional sin paralelo, permitiéndole aproximarse a las líneas enemigas con un menor riesgo de detección.
Sinergia estratégica: Combinación de la potencia del Su-34 y el Su-35
La estrategia de combinar el Su-34 para misiones de bombardeo con el Su-35 en roles de apoyo y “sigilo” aprovecha las fortalezas inherentes de ambos aviones para maximizar la eficacia operativa.
Mientras el Su-34 asume la responsabilidad de atacar objetivos terrestres con su potente carga ofensiva, el Su-35 brinda protección y cobertura, utilizando su superioridad en velocidad, agilidad y menor visibilidad radar para neutralizar o disuadir a las amenazas aéreas enemigas. Esta táctica no solo incrementa la efectividad de las misiones de ataque, sino también mejora significativamente la capacidad de supervivencia de estas aeronaves en entornos hostiles.
Al emplear el Su-35 para salvaguardar al Su-34 durante las operaciones, las Fuerzas Aéreas rusas pueden efectuar ataques contundentes contra sus oponentes, minimizando al mismo tiempo la exposición de sus activos aéreos a riesgos innecesarios. Esta integración de capacidades refleja una estrategia bien pensada que subraya la importancia de la complementariedad y la sinergia entre diferentes plataformas para alcanzar la superioridad en el teatro de operaciones aéreas.