El país rechazó los cazas suecos JAS 39 debido a la operación simultánea con los F-16 de la OTAN, optando por estos últimos.
Disponibilidad de F-16 influyó en la decisión de Ucrania sobre los Gripen
El ministro de Asuntos Exteriores de Suecia, Tobias Billström, explicó que la complejidad de gestionar dos sistemas de aviación distintos llevó a Ucrania a rechazar los cazas JAS 39 Gripen. Durante las negociaciones, la disponibilidad de los cazas F-16, ampliamente utilizados por los países de la OTAN, fue un factor determinante.
El gobierno sueco había anunciado su intención de entrenar a pilotos y personal de aviación ucranianos en el Gripen, pero estos planes no se concretaron. Desde mediados del año pasado, el debate sobre el envío de cazas Gripen a Ucrania coincidió con el auge de las discusiones sobre el despliegue de los aviones de combate F-16.
El ministro de Defensa sueco, Paul Jonsson, ordenó a los líderes militares evaluar los posibles efectos de diferentes formas de ayuda en la capacidad de combate de Ucrania, incluyendo la exportación o donación de aviones Gripen.
Diseño del Gripen ofrece ventajas tácticas significativas sobre el F-16
Expertos consideran que el Gripen, desarrollado por Saab, sería una opción óptima para Ucrania debido a su diseño de arquitectura abierta, tren de aterrizaje alto, suspensión rígida y capacidad de mantenimiento en el lugar de aterrizaje. Estas características proporcionan una ventaja táctica significativa sobre el F-16, desarrollado por General Dynamics (ahora Lockheed Martin).
El Gripen tiene una cabina digital totalmente integrada con tres grandes pantallas multifuncionales (MFD), una pantalla de visualización frontal (HUD) de gran ángulo y un sistema de control de acelerador y palanca de mando (HOTAS) manos libres, facilitando una mayor conciencia situacional y control para el piloto.
En contraste, las variantes más recientes del F-16, como el F-16V, cuentan con una cabina avanzada con pantallas multifuncionales en color, un HUD mejorado y controles HOTAS similares a los del Gripen. Sin embargo, los modelos anteriores del F-16 poseían instrumentos analógicos más tradicionales.
Diferencias clave en los sistemas de radar y guerra electrónica entre el Gripen y el F-16
El Gripen está equipado con el radar PS-05/A, un radar Doppler de pulso multimodo capaz de rastrear múltiples objetivos simultáneamente y proporcionar imágenes de alta resolución. En contraste, el F-16, dependiendo de la variante, puede estar equipado con diferentes radares como el AN/APG-83 (SABR), un radar de matriz de escaneo electrónico activo (AESA) que ofrece capacidades de detección y seguimiento mejoradas.
En cuanto a los sistemas de guerra electrónica, el Gripen cuenta con un conjunto integrado que incluye receptores de alerta de radar, medidas de apoyo electrónico y dispensadores de contramedidas. Las últimas configuraciones del F-16 también incorporan sistemas avanzados como el AN/ALQ-213, que integra varias ayudas defensivas y contramedidas.
Ambos aviones utilizan sistemas de comunicación seguros y enlaces de datos como el Link 16, asegurando la interoperabilidad con fuerzas aliadas y mejorando la eficacia de la misión.
Arquitectura abierta y capacidades de actualización del Gripen y el F-16
En términos de software, el Gripen utiliza una arquitectura abierta, permitiendo actualizaciones sencillas y la integración de nuevas tecnologías. Este enfoque modular garantiza que la aeronave pueda actualizarse rápidamente para enfrentar amenazas y requisitos operativos cambiantes.
El F-16 ha adoptado una arquitectura similar en sus variantes posteriores, facilitando una modernización continua y la incorporación de capacidades avanzadas. Ambas aeronaves han demostrado ser plataformas flexibles y adaptables en el entorno de combate moderno.
La decisión de Ucrania de no adquirir los Gripen subraya la importancia de la interoperabilidad y la simplificación logística en las operaciones militares conjuntas, especialmente en un contexto de conflicto prolongado como el que enfrenta el país.