La primera ministra danesa alertó que Ucrania produce armas con mayor rapidez y menor costo que cualquier país europeo, lo que preocupa a Occidente.
Europa queda rezagada frente a Ucrania en producción armamentística
Durante la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC), se evidenciaron las crecientes diferencias entre Washington y Bruselas sobre el futuro de la seguridad europea y el respaldo a Ucrania en su guerra contra Rusia. Un discurso polémico del vicepresidente estadounidense JD Vance captó la atención, pero declaraciones de la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, resultaron aún más reveladoras sobre el panorama armamentístico.
Frederiksen afirmó que Ucrania diseña y fabrica armas con mayor rapidez y menor costo que cualquier otro país europeo, a pesar de estar en guerra. Esta situación, según ella, genera inquietud en Occidente y obliga a Europa a reconsiderar su enfoque en la producción de defensa.
“Si un país en guerra puede fabricar más rápido que nosotros, tenemos un problema”, advirtió. Aunque aclaró que Europa no está formalmente en guerra, subrayó que tampoco puede considerarse en un periodo de paz y que debe modificar su mentalidad.
La advertencia de Estados Unidos sobre la debilidad industrial europea
Desde hace décadas, altos funcionarios del Pentágono intentan convencer a Europa de que refuerce su producción militar. Entre ellos, destacó Andrew Marshall, quien dirigió la Oficina de Evaluación Neta del Departamento de Defensa durante 42 años antes de jubilarse en 2015.
Marshall, respetado tanto en Estados Unidos como en instituciones de defensa europeas, criticó la reducción de la capacidad armamentística del continente. Durante reuniones a lo largo de tres décadas, expresó su desánimo por el desinterés europeo en la construcción de armas de nueva generación y en el mantenimiento de sus fuerzas armadas.
“Los europeos llevan al menos veinte años abandonando la tarea de defenderse”, afirmó en reiteradas ocasiones. Esta percepción se confirma con la constante disminución en la producción de sistemas de armas avanzados, fundamentales para cualquier confrontación con Rusia.
Producción de armas: Ucrania frente a Europa
- Ucrania supera a Europa: A pesar de la guerra, Ucrania produce armas más rápido y barato que cualquier país europeo.
- Preocupación en Occidente: Europa y EE. UU. ven con alarma la eficiencia ucraniana y el rezago de la OTAN.
- Advertencias de expertos: Andrew Marshall y otros especialistas llevan décadas alertando sobre la debilidad industrial europea.
- Caída de producción: Los países fundadores de la OTAN han reducido drásticamente la compra de armamento en el siglo XXI.
- Superioridad rusa: Rusia fabrica más municiones en tres meses que toda la OTAN en un año, según JD Vance.
Rusia produce más municiones que toda la OTAN junta
El vicepresidente estadounidense JD Vance destacó en su discurso en la MSC que ni Estados Unidos ni Europa están fabricando suficiente armamento. Según sus datos, Rusia produce más municiones en tres meses que todas las naciones de la OTAN en un año.
El analista Keir Giles respalda esta visión en su libro publicado en diciembre de 2024, Who Will Defend Europe?: An Awakened Russia and a Sleeping Continent. En su obra, Giles argumenta que los países occidentales han ignorado el peligro real que representa la Rusia de Putin, lo que ha llevado a un estado de vulnerabilidad en la defensa europea.
La disminución de adquisiciones militares en el siglo XXI ha debilitado la capacidad defensiva de los miembros fundadores de la OTAN en Europa occidental. Mientras tanto, Ucrania, en plena guerra, ha logrado establecer una industria armamentística eficiente, lo que pone en evidencia la necesidad urgente de que Europa y EE. UU. reconsideren sus estrategias.
Europa debe replantear su estrategia militar ante la amenaza rusa
Las declaraciones de Frederiksen y Vance reflejan una realidad preocupante: la infraestructura militar europea no está preparada para responder a una guerra a gran escala. La comparación con Ucrania pone en evidencia la ineficiencia en la producción armamentística de los aliados de la OTAN.
Ante este panorama, los líderes occidentales enfrentan el desafío de aumentar la capacidad de fabricación de armas y municiones, algo que el Pentágono ha impulsado sin éxito durante décadas. La guerra en Ucrania ha demostrado que la industria armamentística europea necesita una transformación radical.
El temor expresado por Occidente no solo se debe al ritmo de producción de Ucrania, sino también a la capacidad de Rusia para sostener una guerra prolongada. Si la OTAN no fortalece su industria de defensa, podría encontrarse en una posición de desventaja en un posible conflicto futuro.
Putin y la amenaza que redefine la seguridad en Europa
Keir Giles, analista de defensa en Chatham House, subrayó que Europa enfrenta nuevamente el peligro de un líder con ambiciones expansionistas. “Para algunos, resulta difícil imaginar que en pleno siglo XXI el continente vuelva a estar amenazado por un dictador megalómano”, afirmó. Comparó la situación con figuras históricas como Hitler y Napoleón, asegurando que la intención de Vladímir Putin de recuperar territorios que muchos rusos consideran suyos “nunca ha sido más clara”.
Giles también advirtió que una posible derrota rusa no significaría estabilidad en Europa. “Incluso si la guerra contra Ucrania termina, no habrá un retorno sencillo a la paz que Europa creía disfrutar antes de 2022”, escribió. Según él, el uso de la fuerza militar volverá a ser determinante en la seguridad del continente.
Francia intenta acelerar la producción de armamento
Uno de los principales fabricantes de armas en Europa es Francia, cuya industria de defensa ha estado enfocada en el desarrollo de tecnología avanzada. El caza Rafale de Dassault Aviation es una de sus aeronaves más destacadas, utilizada tanto por la Fuerza Aérea como por la Marina Nacional. A pesar de su demanda, la producción ha sido limitada, con un promedio de solo 11,2 unidades al año.
Para 2024, la compañía buscó aumentar el ritmo de fabricación a tres aviones por mes y alcanzar un total de 36 unidades anuales. Esto implica triplicar la capacidad de producción en un año, un desafío que exige un “esfuerzo monumental” por parte de Dassault y sus socios industriales.
Los desafíos de la industria de defensa europea
- Producción lenta: Europa no fabrica armamento al ritmo necesario para igualar a Rusia o Ucrania.
- Dependencia de EE. UU.: La UE sigue dependiendo de la tecnología militar estadounidense.
- Altos costos: La falta de economías de escala encarece la producción de armas.
- Polonia busca alternativas: Está adquiriendo armamento de EE. UU. y Corea del Sur para modernizar su ejército.
- Burocracia en EE. UU.: El proceso de exportación de armas estadounidenses es “demasiado lento y costoso”.
Polonia apuesta por compras masivas de armamento
En la Conferencia de Seguridad de Múnich, la ministra de Defensa de Lituania, Dovilė Šakalienė, insistió en la necesidad de que Europa incremente su presupuesto de defensa “rápida y significativamente” para mantenerse a la par con Estados Unidos.
Un alto funcionario de defensa en Varsovia explicó que la clave de la rápida producción ucraniana radica en las economías de escala: fabricar más reduce los costos unitarios. Polonia ha intentado adoptar este modelo mediante la compra de docenas de aviones de combate a Corea del Sur y EE. UU., además de vehículos blindados, artillería y helicópteros de ataque Apache.
El mismo funcionario destacó que muchas de estas armas podrían producirse en Ucrania, aprovechando su base industrial, pero esto requeriría una “revolución” en la forma en que EE. UU. gestiona la transferencia de tecnología militar.
La burocracia en EE. UU. frena la exportación de armas
El proceso de exportación de armamento estadounidense sigue siendo un obstáculo para sus aliados. Sandy Long, asesor del Departamento de Defensa de EE. UU., describió los trámites como “demasiado costosos y lentos” en la conferencia anual de la Asociación Nacional de la Industria de Defensa (NDIA) en septiembre pasado.
“Nos acercamos a un punto crítico”, advirtió Long. “Si no aceleramos las entregas de armamento, vamos a perder vidas porque no seremos capaces de suministrar el material de defensa con la rapidez que nuestros aliados necesitan”.
Ante la creciente amenaza en Europa del Este, la lentitud en la producción y exportación de armamento es una preocupación urgente. Mientras Ucrania demuestra que una industria militar eficiente es posible incluso en tiempos de guerra, Europa y EE. UU. aún deben superar barreras burocráticas y estructurales para responder a la crisis de seguridad global.