Bruselas aportará en 2025 dos F-16 para repuestos y 1.000 millones de euros anuales en apoyo militar a Ucrania durante todo el mandato de De Wever.
Bélgica compromete 1.000 millones de euros anuales en ayuda militar
Durante un encuentro realizado el 8 de abril en Kiev, el primer ministro belga Bart De Wever y el presidente ucraniano Volodímir Zelenski presentaron un nuevo paquete de cooperación militar. De Wever anunció que su gobierno entregará 1.000 millones de euros anuales a Ucrania en 2025, con el compromiso de mantener esa cifra durante todo su mandato. La medida fortalece el respaldo europeo a Ucrania frente a la agresión rusa.
El plan también contempla el envío de cuatro aviones de combate F-16: dos llegarán este año para ser desmantelados como fuente de repuestos, y otros dos operativos se entregarán en 2026. La disponibilidad de estos últimos dependerá de la incorporación de los F-35 a la flota belga.
Este anuncio refuerza acuerdos previos. En mayo de 2024, el entonces primer ministro Alexander De Croo firmó con Ucrania un pacto que prometía la entrega de 30 F-16 hasta 2028 y un apoyo militar mínimo de 977 millones de euros anuales. La declaración actual amplía ese compromiso.
El envío de aviones como fuente de piezas responde a una necesidad concreta. Ucrania ya emplea algunos F-16 entregados por Países Bajos y Dinamarca, y mantenerlos operativos exige un suministro constante de componentes.
Apoyo técnico de Bélgica a Ucrania: claves del acuerdo
- Bélgica enviará en 2025 dos F-16 no operativos que servirán como fuente de repuestos.
- Otros dos F-16 completamente funcionales están previstos para 2026.
- El suministro de cazas operativos depende de la integración de los F-35 en Bélgica.
- El país destinará 1.000 millones de euros anuales en ayuda militar a Ucrania.
- En 2024, Bélgica ya había firmado un pacto de 30 F-16 para Ucrania hasta 2028.
- El acuerdo incluye cooperación industrial con 10 empresas de defensa belgas.
Repuestos belgas permitirán mantener operativos los F-16 ucranianos
La entrega de dos cazas F-16 para ser desmantelados responde a la necesidad urgente de piezas. Estos componentes incluyen motores, sistemas de radar y otros elementos esenciales que permitirán mantener operativos los F-16 actualmente en servicio.
La Fuerza Aérea de Ucrania ha utilizado estos aviones desde 2024 para contrarrestar la superioridad aérea rusa y defender su territorio contra misiles y drones enemigos. Las condiciones extremas de la guerra han acelerado el desgaste de los equipos.
El aporte belga complementa iniciativas de otros aliados. Países Bajos ya ha enviado repuestos y técnicos, mientras que Bélgica contribuye ahora con recursos materiales concretos.
La cooperación técnica también incluye la formación de personal ucraniano, clave para sostener las operaciones de mantenimiento en una guerra prolongada.
El envío de cazas operativos depende de la llegada de los F-35
La entrega de los dos F-16 operativos en 2026 está condicionada a la incorporación de los nuevos F-35 a la Fuerza Aérea Belga. Según De Wever, el proceso enfrenta retrasos por problemas en la cadena de suministro y actualizaciones de software globales.
Bélgica no puede prescindir de más cazas sin comprometer su defensa aérea. Esta limitación ha sido reiterada por las autoridades como un factor que condiciona el ritmo de transferencia de aeronaves a Ucrania.
El gobierno belga aseguró que trabaja para acelerar la llegada de los F-35, con el fin de desbloquear futuras entregas de F-16. Esta planificación busca mantener un equilibrio entre el apoyo a Ucrania y la seguridad nacional belga.
El vínculo entre ambos modelos de avión refleja una transición estratégica en la Fuerza Aérea Belga, que apunta a una modernización completa en los próximos años.
La cooperación también incluye acuerdos industriales y respaldo político
El paquete de 1.000 millones de euros no se limita al suministro de aeronaves. Parte de los fondos se destinará a la compra de armamento y al desarrollo de la industria de defensa en Ucrania.
Durante su visita, De Wever estuvo acompañado por los ministros Theo Francken (Defensa) y Maxime Prévot (Exteriores), quienes firmaron acuerdos con diez compañías belgas del sector defensa para explorar inversiones y fabricación conjunta en territorio ucraniano.
Zelenski destacó que esta cooperación no solo fortalece a Ucrania, sino que también incrementa la seguridad europea. Subrayó la experiencia de su país en combate y su capacidad de producción en condiciones de guerra.
Además, la visita tuvo un componente simbólico. De Wever visitó Bucha y el Muro del Recuerdo en Kiev, como muestra de respaldo político a Ucrania frente a la agresión rusa y en línea con la postura de la Unión Europea.
El apoyo militar belga cuenta con respaldo popular pese a críticas
Dentro de Bélgica, la decisión de ampliar la ayuda militar ha generado algunas críticas, especialmente por parte de sectores que cuestionan el gasto en el extranjero ante problemas económicos internos como el aumento del costo de la energía.
No obstante, las encuestas de principios de 2025 indican que más del 60% de la población apoya la asistencia militar a Ucrania. Esta tendencia refleja la preocupación generalizada por la amenaza rusa en Europa.
Desde un punto de vista estratégico, la transferencia de F-16 permite a Bélgica deshacerse de equipamiento antiguo mientras avanza hacia una fuerza aérea más moderna, alineada con los objetivos de la OTAN.
El compromiso de Bélgica busca equilibrar el respaldo inmediato a Ucrania con una estrategia a largo plazo. La entrega de repuestos este año asegurará la operatividad de los F-16 ucranianos, mientras que los cazas funcionales y el apoyo financiero previsto consolidan una relación de cooperación estable y duradera.