La Fuerza Aérea pidió evitar publicar imágenes de aviones como los F-16, pues podrían revelar datos sensibles a las fuerzas rusas.
Ucrania advierte sobre videos de aviones militares en redes sociales
El 21 de marzo, la Fuerza Aérea de Ucrania instó públicamente a sus ciudadanos a no subir videos de aviones militares en vuelo, incluidos los F-16, a plataformas como TikTok, X o Telegram. La advertencia, difundida desde su centro de prensa, señaló que incluso clips breves pueden ofrecer inteligencia crítica a Rusia.
Desde el inicio de la guerra, publicaciones aparentemente inocentes han revelado ubicaciones de tropas y equipo, afectando las operaciones en ambos bandos. El comunicado destacó que las redes sociales, diseñadas para conectar a personas, pueden exponer información estratégica sin intención.
“Unos pocos segundos de imágenes públicas pueden dar al enemigo datos cruciales”, indicó el centro de prensa en Facebook. La preocupación no es teórica: videos de aviones como los F-16 pueden mostrar rutas de vuelo, bases o patrones operativos si se analizan con detalle.
La Fuerza Aérea señaló que los pilotos ucranianos enfrentan riesgos constantes en misiones diarias, por lo que cualquier filtración civil eleva significativamente el peligro. El llamado refleja los retos de proteger la información militar en un entorno digital.

Filtraciones anteriores han comprometido posiciones en ambos bandos
Desde febrero de 2022, civiles y soldados han compartido imágenes del frente que, sin saberlo, han permitido geolocalizar objetivos militares. Si bien estas publicaciones pueden elevar la moral, también han ocasionado ataques tras revelar detalles sensibles.
En enero de 2023, un soldado ruso, conocido como “Carl”, compartió fotos geoetiquetadas desde una posición militar en el este de Ucrania. Las imágenes permitieron a Ucrania atacar el sitio, destruyendo el edificio y confirmando el impacto gracias a nuevas publicaciones del mismo soldado.
Ucrania también ha sufrido consecuencias por publicaciones imprudentes. Al inicio de la guerra, un video en Telegram mostró a soldados operando un dron Bayraktar TB2. Aunque buscaba destacar sus capacidades, permitió a analistas rusos ubicar la posición y atacar el sitio pocos días después.
“Esto se llama triangulación”, explicó Yuriy Ihnat en febrero de 2024, detallando cómo múltiples publicaciones desde distintos ángulos permiten al enemigo determinar ubicaciones precisas. El fenómeno se ha repetido en varios frentes.
Impacto de las redes sociales en la seguridad operativa militar
- Un solo video puede revelar la ubicación de una base aérea o ruta de vuelo.
- Ambos bandos han sufrido ataques tras publicaciones geoetiquetadas.
- Las plataformas como Telegram o TikTok son monitoreadas por analistas militares.
- Ucrania integra capacitación digital en la formación de sus reclutas.
- Rusia ha sancionado a soldados por el uso indebido de teléfonos móviles.
Videos civiles de F-16 han expuesto ubicaciones estratégicas

En agosto de 2024, un video publicado en TikTok mostró un F-16 despegando en una zona no revelada de Ucrania. Aunque fue eliminado, investigadores de código abierto, incluidos miembros de Bellingcat, geolocalizaron el sitio mediante una colina visible al fondo.
No hay evidencia de que Rusia haya atacado esa base en particular, pero el incidente generó nuevas advertencias oficiales. La Fuerza Aérea subrayó que revelar trayectorias o ubicaciones compromete la seguridad operativa de forma directa.
Los F-16, entregados por aliados occidentales, representan una mejora significativa para la defensa aérea ucraniana. Sin embargo, su exposición en redes sociales podría invalidar medidas diseñadas para proteger su despliegue.
Las autoridades ucranianas han reforzado sus llamados para evitar publicaciones de este tipo, señalando que cualquier dato visual puede ser explotado por inteligencia rusa, conocida por sus avanzadas capacidades de análisis.
Desinformación y errores digitales agravan la guerra híbrida
La guerra también se ha caracterizado por el uso deliberado de desinformación en redes sociales. En febrero de 2022, Rusia difundió un video falso de soldados ucranianos retirándose. BBC comprobó que era material de 2014.
Ucrania ha respondido con contenidos similares. Un video viral de marzo de 2022 mostraba un supuesto derribo de un Su-35 ruso por parte de un MiG-29 ucraniano. Más tarde se descubrió que eran imágenes del videojuego Digital Combat Simulator World.
“Las redes sociales han democratizado la recopilación de inteligencia”, señaló Aric Toler, de Bellingcat, en una entrevista con The Atlantic. Telegram se ha consolidado como el principal canal para imágenes sin filtrar, aumentando el riesgo de exposición.
Un estudio de la OCDE de 2023 mostró que el 61% de los jóvenes árabes confían en redes sociales como fuente de noticias. Esto sugiere que millones acceden a contenidos bélicos sin verificación ni contexto, amplificando el impacto de publicaciones no reguladas.
Ambos ejércitos han modificado protocolos por filtraciones digitales

Para reducir estos riesgos, los dos bandos han implementado medidas disciplinarias y preventivas. Rusia penaliza el uso de celulares en zonas de combate; algunos soldados han enfrentado condenas por violar estas normas.
En Ucrania, la respuesta se ha centrado en campañas públicas y regulaciones internas. El mensaje de la Fuerza Aérea del 21 de marzo forma parte de un esfuerzo por concientizar a la población civil sobre su papel en la seguridad nacional.
“Pedimos a los civiles que piensen como soldados”, declaró Ihnat, reconociendo las dificultades de controlar una sociedad con acceso constante a cámaras y conexión digital. Los nuevos reclutas ucranianos reciben formación en disciplina digital.
A medida que la guerra avanza, la tensión entre mantener informada a la sociedad y proteger las operaciones militares sigue siendo un desafío persistente. En este contexto, las redes sociales han dejado de ser un entorno paralelo para convertirse en un frente de batalla crítico.