El caza F-16C Fighting Falcon, adscrito al escuadrón 337 “Perseo” de la Fuerza Aérea Helénica, estacionado en la base aérea de Larissa, se estrelló el miércoles 20 de marzo de 2024 cerca del archipiélago de las Espóradas.
Afortunadamente, el piloto logró eyectarse sano y salvo y fue rescatado sin lesiones por una operación coordinada de rescate aéreo y naval. El caza realizaba maniobras de entrenamiento de defensa aérea sobre una región crítica cercana a Atenas.
La misión del día comenzó poco después de las 13:00 hora local, cuando el F-16C despegó en formación con tres cazas similares, todos pertenecientes al mismo escuadrón. Su destino era el sector norte de las Espóradas, con el objetivo de realizar ejercicios de tiro aire-aire.
En circunstancias aún no aclaradas, el avión perdió el control y cayó en picado en el mar Egeo. El piloto tuvo tiempo de activar el mecanismo de eyección, que le salvó la vida momentos antes de que el avión impactara contra el mar, rompiéndose y hundiéndose inmediatamente.
La respuesta a este accidente fue inmediata, con la tripulación del escuadrón sobrevolando la zona del accidente, mientras la fragata griega Aigaion se apresuraba a ayudar.
En el rescate participó un helicóptero Sikorsky S-70B AegeanHawk, complementado por un segundo helicóptero, un Eurocopter AS.332C Super Puma de la Fuerza Aérea Helénica, que se encargó de transportar al piloto al hospital militar de Larissa, confirmando que su vida ya no corría peligro.
Operación de rescate y recuperación en aguas del mar Egeo
El incidente se produjo cerca de la isla deshabitada de Psathoúra. Además de la fragata Aigaion, se encontraba en la zona el cazaminas Kalypso, una unidad capaz de ayudar a localizar los restos del F-16C a profundidades estimadas entre 120 y 150 metros.
El avión implicado en el accidente era un F-16C monoplaza, correspondiente a la variante Block 52+, identificado con la serie militar 528 y asignado al escuadrón 337 “Perseo”.
Según los informes preliminares de las autoridades griegas, en el momento del siniestro, el caza no estaba equipado con los depósitos de aire adecuados, aunque llevaba parte de su arsenal de guerra.
Este accidente supone la primera pérdida de un F-16 por parte de la Fuerza Aérea griega desde noviembre de 2021, cuando un avión del escuadrón 343 ‘Asteri’ se vio involucrado en un incidente similar, en el que el piloto logró eyectarse y salir ileso.