Con una marcha gradual, las naciones europeas aliadas de Ucrania están consolidando los recursos financieros y de producción necesarios para proveer a las fuerzas ucranianas de la crítica munición de artillería requerida en el campo de batalla.
Diversas estrategias simultáneas, incluyendo un convenio de armamento de la Unión Europea, una adquisición conjunta de munición liderada por la República Checa, y una serie de pactos bilaterales entre Ucrania y sus naciones aliadas, se proyecta que resulten en el envío de al menos 700,000 proyectiles en los meses venideros.
Se estima que, gracias a estos esfuerzos europeos, las fuerzas ucranianas podrían recibir más de un millón de proyectiles esta primavera. Además, si los miembros republicanos del Congreso de los Estados Unidos, tradicionalmente vistos como proclives a Rusia, finalizan su obstrucción a la asistencia estadounidense hacia Ucrania el próximo mes, como se anticipa, el arsenal ucraniano podría incrementarse significativamente con un adicional de más de un millón de proyectiles al iniciarse el verano.
Aunque este suministro no alcanza para equiparar la provisión rusa de munición proveniente de sus propias manufacturas y, crucialmente, de Corea del Norte, representa un volumen suficiente para que el ejército ucraniano pueda sostener su posición frente a las superiores fuerzas armadas rusas, e incluso considerar la planificación de una nueva ofensiva.
La supremacía en términos de cantidad y calidad de la munición de artillería podría ser determinante en el progreso del conflicto, ahora que la extensa guerra de Rusia contra Ucrania avanza hacia su tercer año.
La igualdad en capacidad de artillería alcanzada, gracias a la adquisición estadounidense de un millón de proyectiles de Corea del Sur, facilitó la transición de Ucrania a una postura ofensiva el verano pasado.
Sin embargo, la interrupción súbita de la asistencia americana —y la consiguiente retención de aproximadamente cien mil proyectiles durante el invierno— ha forzado a Ucrania a ceder la ventaja en el campo de batalla a Rusia.
La dinámica del frente: Municiones y estrategias en el conflicto ucraniano
La estrategia bélica de Rusia en el actual año ha girado en torno a la adquisición, por parte del Kremlin, de aproximadamente 400,000 proyectiles mensuales de Corea del Norte durante cuatro meses consecutivos a partir de septiembre.
Un vocero de la Dirección de Inteligencia de Ucrania reveló que, de este masivo lote de munición, un 50% resulta ser defectuoso. No obstante, incluso con este elevado índice de fallos, las fuerzas rusas han logrado mantener un ritmo de disparo de 10,000 proyectiles diarios a lo largo de las 600 millas de frente en su conflicto extendido. En contraste, las fuerzas ucranianas alcanzan una cifra de 2,000 proyectiles diarios.
Para contrarrestar esta desventaja, Ucrania ha desplegado hasta 50,000 drones de visión en primera persona equipados con explosivos cada mes durante varios períodos. A pesar de esta innovación, un dron con estas características no puede igualar la efectividad de un proyectil de 155 milímetros. Mientras que el dron puede transportar medio kilo de explosivos a una distancia de tres kilómetros, el proyectil puede llevar 25 libras de explosivo hasta 15 millas.
Esta diferencia en capacidad ha llevado a las baterías rusas a posicionarse con mayor osadía en el campo abierto, desde donde lanzan ataques devastadores que han diezmado las defensas ucranianas. Un incremento en la munición permitiría a los artilleros ucranianos dispersar más eficazmente a las fuerzas rusas.
La repentina interrupción en el suministro de munición, atribuida a la posición de los republicanos, no habría impactado tan negativamente en la estrategia bélica ucraniana si la Unión Europea hubiera cumplido su compromiso de entregar un millón de proyectiles a Ucrania en 2023.
Frente al desafío de incrementar la producción sin realizar significativas inversiones financieras o políticas, los países miembros de la UE solo lograron enviar medio millón de proyectiles el año pasado, lo que ha sido visto como una flagrante traición. Actualmente, los funcionarios de la UE buscan enmendar esta situación con un planificado envío de 170,000 proyectiles hasta marzo.
Alianzas estratégicas para el refuerzo de la artillería ucraniana
En un movimiento coordinado para fortalecer las capacidades defensivas de Ucrania, el Reino Unido, Finlandia y otros países miembros de la OTAN han asumido el compromiso de suministrar a Ucrania volúmenes aún no especificados de proyectiles hasta el año 2024, potencialmente alcanzando unos pocos miles mensuales.
No obstante, es la República Checa la que emerge como un posible punto de inflexión en el apoyo a la artillería ucraniana. Durante la Conferencia de Seguridad de Múnich, celebrada el 18 de febrero, la figura clave de la defensa checa, Jan Jires, capturó la atención de los presentes al revelar que su nación había identificado un stock de 800,000 proyectiles de artillería almacenados en países fuera del bloque occidental, incluyendo, entre otros, a Corea del Sur. Esta considerable reserva de munición podría ser adquirida por un monto de 1,500 millones de dólares.
Jires explicó: “La mayoría de estos países se abstienen de apoyar directamente a Ucrania por motivaciones políticas, requiriendo así de un mediador”. Según él, la República Checa está dispuesta a asumir este rol crucial, bajo la condición de que los demás aliados de Ucrania contribuyan financieramente a la compra de dicha munición.
Impulso internacional para impulsar el arsenal ucraniano
En un notable esfuerzo de colaboración, países como Bélgica, Canadá, Dinamarca, los Países Bajos, y una docena de naciones aún por revelar, habían logrado asegurar, apenas dos semanas después del anuncio, más de la mitad de los fondos necesarios para adquirir unos 400,000 proyectiles. Con la posibilidad de que la República Checa consiga el financiamiento restante, se podría efectuar la compra de otros 400,000 proyectiles.
Esta movilización de recursos, sumada a las últimas entregas por parte de la Unión Europea, promete dotar a Ucrania de la capacidad para intensificar sus operaciones de artillería durante la primavera y el verano, elevando su ritmo de disparo a unos 6,000 proyectiles diarios.
Este esfuerzo podría recibir un impulso adicional si Mike Johnson, el líder de la facción republicana de extrema derecha en la Cámara de Representantes de EE. UU., levanta el veto a la asistencia adicional estadounidense a Ucrania. Dicha medida podría incrementar la cadencia de disparo hasta casi 10,000 proyectiles diarios.
El Ejército de EE. UU. ha escalado la producción de munición en sus instalaciones de Texas y Pensilvania, alcanzando una capacidad de 36,000 proyectiles mensuales, muchos de los cuales podrían destinarse a Ucrania, siempre y cuando el Congreso autorice los fondos necesarios.
Existe un atisbo de optimismo. Brian Fitzpatrick, un republicano moderado de la Cámara de Representantes, ha introducido un mecanismo legislativo, denominado “petición de aprobación de la gestión”, que podría, con el apoyo de otros republicanos moderados y la mayoría demócrata, sortear a Johnson y otros elementos radicales para someter a votación la ayuda a Ucrania, posiblemente este mismo mes.
Fitzpatrick expresó a Axios su confianza en conseguir el respaldo necesario, insinuando que más republicanos de los esperados podrían desafiar a sus líderes para apoyar a Ucrania, subrayando que “hay mucha gente que sabe que es lo correcto”.
Con la munición proveniente de la República Checa y, en menor medida, de la UE, Ucrania podría mantenerse firme en el conflicto. Además, con el potencial aporte de proyectiles estadounidenses, que podrían sumar decenas de miles mensuales, las fuerzas ucranianas tendrían la oportunidad no solo de sostenerse, sino de retomar la iniciativa.