El VH-3D Sea King, uno de los tres desplegados en la base aérea de Northolt para la segunda visita de Estado del presidente Trump, trasladó al presidente Donald Trump desde Chequers —la residencia oficial de campo del primer ministro británico— hasta el aeropuerto de Londres Stansted, donde el VC-25A 92-9000 aguardaba en la plataforma para adoptar el distintivo de llamada Air Force One. Las imágenes difundidas por los medios mostraron al presidente al subir al aparato 159357 en Chequers, mientras un segundo VH-3D despegaba en formación, tal como es habitual en estos desplazamientos.
Solo uno de los VH-3D llegó posteriormente a Stansted, ya que la formación se desvió en ruta hacia el aeropuerto de Londres Luton, donde el presidente Trump pasó al segundo helicóptero. Al momento de redactarse esta información, se cree que el 159357 permanecía todavía en tierra en Luton. El segundo aparato asumió de inmediato el distintivo de llamada “Marine One” en cuanto el presidente embarcó.
A lone VH-3 Sea King has arrived at London Stansted with @POTUS on board as 'Marine 1'.
— CobraEmergency (@CobraEmergency) September 18, 2025
It's being reported that the other VH-3 Sea King may have made a divert into Luton, and President Trump transferred helicopter.
Videos: https://t.co/3f1AHpm0Pn https://t.co/DAvZGWxRU8 pic.twitter.com/IdQky1Qgw5
Tras las consultas de la prensa a la secretaria de Comunicación de la Casa Blanca, Karline Leavitt, se emitió finalmente un comunicado que confirmaba que el helicóptero presidencial había sufrido una “avería menor en el sistema hidráulico”. En una medida poco común, aunque no sin precedentes, se decidió trasladar al presidente a la otra aeronave. Esta práctica, que también refuerza la seguridad al actuar como señuelo, constituye un recordatorio de la importancia de emplear dos o tres helicópteros HMX-1 “white top” en cada desplazamiento presidencial para garantizar la redundancia operativa.
Los VH-3D Sea King son los últimos ejemplares de este modelo en servicio activo en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, entregados originalmente hace varias décadas. A pesar de su antigüedad, se mantienen con estándares extraordinarios y registran un número relativamente bajo de horas de vuelo, lo que asegura su fiabilidad. Según el Plan de Aviación del Cuerpo de Marines para 2025, está previsto retirar la flota de VH-3D en 2026 para dar paso al nuevo VH-92A Patriot. Los helicópteros VH-60N Whitehawk seguirán en servicio hasta 2030. Sin embargo, como ya ha ocurrido, estas fechas podrían modificarse en función de las necesidades operativas.
Los helicópteros cruzan el Atlántico en la bodega de carga de aviones C-17A Globemaster III de la Fuerza Aérea estadounidense. En este viaje, aeronaves VIP contaron con el apoyo de helicópteros Chinook del Ejército de Estados Unidos destacados en Alemania. Los MV-22B Osprey del HMX-1 cruzan ocasionalmente el océano con ayuda de aviones cisterna KC-130J para respaldar visitas presidenciales, aunque el uso de Chinooks se ha vuelto cada vez más habitual.
La decisión logística de esta visita pudo haber estado influida por el número de actos programados que requerían aterrizar en parques y jardines históricos, como Regent’s Park en Londres, así como en los terrenos de Windsor Castle y Chequers. El intenso chorro de los motores basculantes del Osprey ya ha causado problemas en otras ocasiones al destruir zonas de aterrizaje provisionales y quemar el césped, algo que difícilmente sería aceptado en estos lugares históricos. Se han observado daños similares con el VH-92A.
El presidente Trump se convirtió en el primer mandatario estadounidense en efectuar más de una visita de Estado al Reino Unido. La invitación le fue entregada en febrero de 2025 por el primer ministro Keir Starmer en nombre del rey Carlos III. Trump ya había realizado una visita de Estado en 2019, una cortesía que normalmente se concede una sola vez por presidente. Su condición de segundo presidente en ejercer dos mandatos no consecutivos, y primero en hacerlo en la era de los viajes internacionales rápidos, probablemente contribuyó a esta excepción, junto con el interés del Gobierno británico —dirigido por el Partido Laborista desde 2024 por primera vez en 14 años— de atraer inversiones estadounidenses y afianzar el compromiso de Washington con la OTAN y con Ucrania.
Una visita de Estado representa la modalidad más formal de viaje oficial que puede realizar un jefe de Estado extranjero. En el Reino Unido incluye un extenso despliegue ceremonial y prolongados encuentros con el monarca reinante. También se celebra un banquete de Estado con dignatarios de ambos países. En esta ocasión, de forma excepcional, el presidente de Estados Unidos fue recibido para una visita de Estado en Windsor Castle en lugar de Buckingham Palace. Trump no es el primer presidente estadounidense que pernocta en Windsor, pero sí el primero en tener allí una visita de Estado, circunstancia motivada por las intensas obras de renovación actualmente en curso en Buckingham Palace.
El escenario de Windsor también permitió al presidente, junto con la primera dama Melania Trump, rendir homenaje a la difunta reina Isabel II, a quien Trump profesaba un gran respeto.
El desfile militar en los terrenos de Windsor concluyó con una pasada aérea del equipo acrobático Red Arrows de la Royal Air Force. Inicialmente estaba prevista la participación de cazas F-35 Lightning II de las Fuerzas Aéreas estadounidense y británica, pero fue cancelada debido a la nubosidad baja. Aunque el F-35 es plenamente capaz de operar en condiciones meteorológicas adversas, el riesgo adicional no siempre se considera justificable en tiempos de paz. Por su parte, los Red Arrows realizan prácticas regulares de vuelo en formación durante todo el año, incluso con visibilidad reducida, lo que les permite adaptarse mejor a condiciones climáticas difíciles.