La Fuerza Aérea de EE. UU. ha incrementado los fondos para los contratistas del programa NGAP, destinado a desarrollar motores de propulsión adaptativa para aviones de combate.
Contratos millonarios para General Electric y Pratt & Whitney
Los contratos para General Electric (GE) y Pratt & Whitney han aumentado a 3.500 millones de dólares cada uno, más del doble de la cifra inicial de 1.000 millones. Esta inversión refleja un compromiso firme con la investigación y el desarrollo de motores de próxima generación para la Fuerza Aérea y la Armada de EE. UU.
El programa NGAP está alineado con el proyecto Next Generation Air Dominance (NGAD) de la Fuerza Aérea y los programas F/A-XX de la Armada. Su objetivo es mejorar la eficiencia y letalidad de los cazas de cuarta y quinta generación, especialmente ante los avances tecnológicos de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación de China.
Orígenes y evolución del programa NGAP
El programa NGAP tiene sus raíces en el proyecto ADVENT, iniciado en 2007, que buscaba desarrollar motores de ciclo adaptativo para aviones de combate. En 2012, este fue reemplazado por el programa AETD, que luego se convirtió en el AETP en 2016, enfocado en motores de 45.000 lbf de empuje para el Lockheed Martin F-35.
Tras evaluar los motores XA100 de GE y XA101 de Pratt & Whitney, se decidió lanzar el programa NGAP, destinado a desarrollar motores de 35.000–40.000 lbf para los aviones NGAD de la Fuerza Aérea y la Armada.
Características clave de los motores NGAP
- Vías de flujo de aire adaptables para modos eficientes o de alto empuje.
- Relaciones de derivación ajustables según las necesidades de la misión.
- Sistemas de gestión térmica para condiciones extremas o furtivas.
- Consumo de combustible optimizado para mayor alcance y resistencia.
- Alta relación empuje-peso para maniobras y despegue.
- Compatibilidad con sistemas heredados y futuros.
Avances y pruebas recientes
Según InsideDefense.com, el programa NGAP ha entrado en la fase de creación de prototipos, con GE y Pratt & Whitney como principales participantes. En diciembre de 2024, se aprobó un presupuesto de 895,2 mil millones de dólares para el Departamento de Defensa, con un aumento de 50 mil millones respecto a 2024.
Los nuevos recursos permiten explorar diseños innovadores, como materiales térmicamente optimizados y tecnologías de flujo de aire adaptativo. Estas mejoras buscan garantizar que los motores sean capaces de operar en escenarios de uso mixto, combinando velocidad supersónica, resistencia y sigilo.
Impacto en la defensa y la industria
La Fuerza Aérea ha acelerado el desarrollo de motores para enfrentar amenazas emergentes, como las planteadas en el Mar de China Meridional. Según The War Zone, esta urgencia refleja la necesidad de mantener la superioridad aérea frente a adversarios tecnológicamente avanzados.
GE y Pratt & Whitney tienen una larga trayectoria en la fabricación de motores para aviones como el F-35 y el F-22 Raptor. Pratt & Whitney ha destacado su compromiso con la Fuerza Aérea, afirmando que su tecnología de propulsión es clave para la dominancia aérea, como se detalla en su comunicado.
Futuro de la guerra aérea
El programa NGAP representa un avance significativo en la tecnología de motores, con características como ciclos variables que permiten ajustar el rendimiento en tiempo real. Estos motores podrían equipar aviones como el B-21 Raider y los drones CCA, que operarán junto a los cazas NGAD.
La estandarización de motores reducirá costos y simplificará la logística, fortaleciendo la cadena de suministro y la base industrial de defensa. Además, la inversión en tecnologías avanzadas asegura que EE. UU. mantenga su liderazgo en la aviación militar y comercial.
Como afirmó Amy Gowder, presidenta de GE Aerospace, «el futuro de la aviación militar ya no es una teoría: es una realidad».