La Fuerza Aérea de EE. UU. evalúa la integración del pod Angry Kitten en el C-130 para mejorar la guerra electrónica y aumentar la supervivencia de aeronaves de apoyo.
El Angry Kitten EW evoluciona para fortalecer la defensa aérea
El Angry Kitten EW es una cápsula de guerra electrónica diseñada para aeronaves que carecen de capacidades avanzadas en este ámbito. Utiliza inteligencia artificial para analizar amenazas electrónicas y responder de manera adaptativa, lo que lo convierte en un sistema de EW cognitivo.
Su tecnología permite evaluar y contrarrestar amenazas sin intervención humana, lo que es crucial en aviones monoplaza, donde la falta de un segundo operador limita las decisiones en combate.
Originalmente concebido para el F-16 en 2013 como una herramienta de simulación de amenazas para entrenamiento, el Angry Kitten ha evolucionado hasta convertirse en un activo clave para misiones operativas. Su integración se ha extendido a plataformas como el MQ-9 Reaper y el F/A-18 Hornet de la Marina de EE. UU.
Las aeronaves de apoyo como el C-130 Hércules, el KC-135 Stratotanker y el KC-46 Pegasus son vulnerables a ataques y carecen de defensas comparables a los aviones de combate. Dotarlas con capacidades avanzadas de EW podría mejorar significativamente su capacidad de supervivencia en operaciones de alto riesgo.
Pruebas del Angry Kitten EW en el C-130 y su integración con SABIR

La USAF ya ha iniciado pruebas para integrar Angry Kitten en el C-130. Este pod se combina con el Sistema de Instalación y Respuesta a Misiones Aerotransportadas Especiales (SABIR), una plataforma modular desarrollada por Airdyne que permite adaptar aeronaves para misiones especiales.
El uso de esta combinación ofrece al C-130 una mayor protección en escenarios hostiles, lo que resulta crucial en misiones de búsqueda y rescate de combate (CSAR) o de operaciones especiales. La versatilidad de SABIR permite una configuración rápida con distintos equipos ISR y EW.
Datos clave sobre la integración del Angry Kitten EW
- El Angry Kitten EW es una cápsula de guerra electrónica adaptable a múltiples plataformas.
- Fue desarrollado inicialmente para el F-16 en 2013 como una herramienta de simulación de amenazas.
- Se ha integrado en aeronaves como el MQ-9 Reaper y el F/A-18 Hornet.
- Las pruebas en el C-130 Hércules buscan mejorar su supervivencia en misiones de alto riesgo.
- Se combina con el sistema SABIR para una configuración rápida y flexible en misiones especiales.
Interés de otras plataformas y el futuro del Angry Kitten EW
La cápsula Angry Kitten se presentó en la Conferencia de Armas y Tácticas de los Componentes de la Reserva Aérea (ARCWEPTAC), donde atrajo el interés de las tripulaciones del KC-135 Stratotanker y del KC-46 Pegasus.
Las amenazas modernas, como los misiles aire-aire de largo alcance capaces de atacar plataformas de apoyo, han puesto en duda la seguridad de mantener estos aviones alejados del combate. La USAF ha considerado desarrollar aviones cisterna con menor firma de radar, pero la falta de financiamiento ha retrasado el proyecto.
Mientras no haya una solución definitiva, equipar aeronaves de apoyo con sistemas EW como Angry Kitten podría mejorar su protección. En el caso del C-130, la posibilidad de llevar un especialista de misión a bordo permite ajustes en tiempo real, algo que no es viable en el F-16.
El avance hacia la próxima generación: ATTACK Inc 2 Block 2
El desarrollo de la guerra electrónica no se detiene. La USAF continúa evaluando el uso del Angry Kitten en el A-10 Thunderbolt II, que ya fue visto portando el sistema en 2023.
En paralelo, los ingenieros han trabajado en una versión mejorada denominada ‘Angry Kitten Inc 2 Block 2’. Este nuevo sistema, parte del programa de Capacidad Avanzada de Prueba y Entrenamiento (ATTACK), reemplazará los receptores analógicos por digitales, simplificará su electrónica interna y permitirá futuras expansiones.
Aunque el nombre sigue haciendo referencia a su origen en simulaciones de amenazas, el acrónimo ATTACK sugiere un potencial uso ofensivo, lo que indica que el programa podría evolucionar más allá de la protección y entrar en el ámbito de la guerra electrónica activa.