La historia del USS Enterprise refleja más de dos siglos de evolución tecnológica, combates clave y avances estratégicos en la Marina de Estados Unidos.
Una trayectoria que comenzó con una captura en 1775
El origen del USS Enterprise se remonta a 1775, cuando las fuerzas continentales capturaron un barco británico durante la Guerra de Independencia en el lago Champlain. Aquel pequeño buque de 70 toneladas fue destruido en 1777 para evitar que los británicos lo retomaran, pero su nombre quedó instaurado en la historia naval estadounidense.
En 1799, la Marina estadounidense construyó el primer USS Enterprise diseñado desde cero. Esta goleta tuvo un papel destacado en la Guerra de Berbería, donde en 1801 logró capturar al corsario Tripoli. Después de un historial distinguido, encalló en 1823.
El USS Enterprise (CV-6), comisionado en 1938, consolidó la reputación del nombre. Conocido como “Big E”, este portaaviones de la clase Yorktown fue clave en la Segunda Guerra Mundial. Participó en casi todas las batallas importantes del Pacífico, incluyendo Pearl Harbor, Midway y Leyte, acumulando 20 estrellas de batalla antes de su retiro en 1947.
La capacidad del CV-6 para resistir daños y continuar operando lo convirtió en un emblema de la Marina estadounidense, gracias a su versatilidad y capacidad de respuesta en combate.

El CVN-65 marcó un antes y un después en la propulsión nuclear
El USS Enterprise (CVN-65), lanzado en 1960 y comisionado en 1961, fue el primer portaaviones de propulsión nuclear. Con una longitud de 1,122 pies y un desplazamiento de 94,781 toneladas, estableció nuevos estándares en la ingeniería naval.
Este buque, impulsado por ocho reactores nucleares A2W, podía operar sin necesidad de reabastecer combustible. Su tripulación superaba las 5,500 personas y realizó seis despliegues importantes durante la Guerra de Vietnam, introduciendo innovaciones como la catapulta de vapor tipo C13.
El 14 de enero de 1969, un cohete Zuni mal manipulado provocó un incendio mientras el CVN-65 operaba cerca de Pearl Harbor. El incidente causó la muerte de 28 marineros y la destrucción de 15 aviones. Después de ser reparado, volvió al servicio activo.
Participó en misiones clave como Enduring Freedom e Iraqi Freedom antes de su desactivación el 1 de diciembre de 2012, tras 51 años de actividad, consolidando su legado como una plataforma resistente y adaptable.
Datos clave sobre la evolución del USS Enterprise
- El nombre Enterprise ha sido usado por ocho buques en la historia naval de EE. UU.
- El CV-6 acumuló 20 estrellas de batalla en la Segunda Guerra Mundial.
- El CVN-65 fue el primer portaaviones nuclear del mundo.
- El CVN-80 será el tercer portaaviones de la clase Gerald R. Ford.
- El CVN-80 incorpora tecnologías como el EMALS y reactores A1B.
- Se espera que el CVN-80 entre en servicio en marzo de 2029.
- El CVN-65 participó en conflictos desde Vietnam hasta Irak.
- El EMALS del CVN-80 permitirá aumentar en 33% las salidas diarias de aeronaves.
El CVN-80 representa el futuro de la Marina estadounidense
La construcción del USS Enterprise (CVN-80) comenzó en 2022 en Newport News Shipbuilding. Este portaaviones de clase Gerald R. Ford busca reemplazar al CVN-65 con una tecnología más eficiente y moderna.
Con 1,092 pies de eslora y unas 100,000 toneladas de desplazamiento, el CVN-80 implementará el Sistema de Lanzamiento Electromagnético de Aeronaves (EMALS) para sustituir las catapultas de vapor tradicionales. Esta tecnología mejora la precisión en el lanzamiento y reduce el desgaste de los aviones.

También incluirá el Sistema Avanzado de Detención (AAG) y reactores A1B más eficientes que triplican la capacidad de generación eléctrica. Su diseño optimizado permitirá reducir la tripulación en unas 600 personas, con lo que bajarán los costos operativos.
Sin embargo, el desarrollo enfrenta desafíos. Retrasos logísticos y problemas con el EMALS han pospuesto su entrega de 2027 a marzo de 2029, lo que genera inquietud sobre la capacidad de la industria naval para cumplir los plazos.
Comparaciones con otros portaaviones refuerzan su importancia
Frente a otros portaaviones históricos, el Enterprise mantiene una posición destacada. El CV-6 superó en impacto al Hornet durante la Segunda Guerra Mundial gracias a su capacidad de supervivencia y liderazgo en combate.
El CVN-65, con sus 51 años de servicio, superó en flexibilidad y alcance a naves como el USS Forrestal, en parte por su propulsión nuclear y su historial de misiones en múltiples conflictos internacionales.
El futuro CVN-80 promete superar incluso al Gerald R. Ford (CVN-78) con una mayor eficiencia energética y tecnológica, capacidad para 75 aeronaves —incluyendo F-35C y drones MQ-25 Stingray— y mayor número de salidas por día.
No obstante, competidores como el USS Nimitz (CVN-68), activo durante casi medio siglo, o el propio Ford ya operativo, plantean una competencia sólida en la categoría de “mejor portaaviones”.
Un legado naval que abarca siglos de evolución y combates

Desde operaciones en el Mediterráneo en 1801 hasta misiones recientes en Irak, el USS Enterprise ha sido sinónimo de innovación y resiliencia en la Marina de EE. UU.
El próximo CVN-80 heredará un nombre con siglos de historia y lecciones acumuladas, adaptadas a los retos contemporáneos como las crecientes tensiones con China y Rusia en el escenario marítimo global.
A pesar de los retrasos en su desarrollo, el CVN-80 representa un hito en la evolución de la estrategia naval estadounidense, gracias a sus capacidades tecnológicas avanzadas y eficiencia operativa.
El USS Enterprise, a lo largo de sus distintas versiones, ha demostrado ser más que una serie de buques: es un símbolo de continuidad, capacidad de adaptación y dominio naval que perdura en el tiempo.