Venezuela desplegó aviones Su-30MK2 equipados con misiles Kh-31 en ejercicios Caribe Soberano 200 en La Orchila, en respuesta a concentración naval estadounidense en el Caribe.
Despliegue de aviones y misiles en ejercicios militares venezolanos
Venezuela desplegó aviones de combate Su-30MK2 equipados con misiles antibuque Kh-31 en el marco de los ejercicios militares Caribe Soberano 200, realizados en la isla La Orchila, ubicada en el mar Caribe. La Fuerza Aérea Venezolana integró estos aparatos en una operación combinada que reunió componentes aéreos, marítimos y terrestres, con la participación de más de 2.500 efectivos. Los ejercicios, que se extendieron durante tres días a partir del 18 de septiembre de 2025, respondieron a la concentración de fuerzas navales estadounidenses en la región, según declaró el presidente Nicolás Maduro, quien calificó la presencia como acciones hostiles.
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino, supervisó las maniobras desde la base militar en La Orchila, donde se coordinaron despliegues que incluyeron 12 buques de guerra, 22 aviones y alrededor de 20 embarcaciones adicionales. Entre los aviones destacaron los Su-30MK2, de fabricación rusa, que portaron misiles Kh-31 en su versión antibuque, capaces de alcanzar velocidades superiores a Mach 3 y con un rango efectivo que oscila entre 70 y 110 kilómetros. Estos misiles incorporan una ojiva de alto explosivo con un peso de entre 94 y 100 kilogramos, y utilizan un sistema de guía por radar activo en la fase final de su trayectoria.
La demostración aérea formó parte de simulacros que abarcaron fuego antiaéreo y lanzamientos de paracaidistas, con el objetivo de mostrar la capacidad operativa integrada de las fuerzas armadas venezolanas. La isla La Orchila, situada al norte de Caracas y que alberga una base aeronaval, sirvió como centro principal de las operaciones. En este sitio, las unidades terrestres se combinaron con elementos marítimos para ejecutar escenarios de defensa costera, mientras los aviones realizaban formaciones y patrullas sobre el área. La Fuerza Aérea Venezolana divulgó grabaciones que mostraron a los Su-30 en vuelo, armados con los Kh-31, conocidos también como Krypton en la clasificación de la OTAN.
Estos misiles, adoptados por la aviación soviética a finales de la década de 1980, constituyen uno de los activos más avanzados en el arsenal venezolano para contrarrestar amenazas navales, y su integración con los Su-30MK2 permite operaciones de largo alcance desde bases costeras. En el contexto regional, las maniobras venezolanas se produjeron tras una serie de movimientos estadounidenses en el Caribe. El Departamento de Defensa de Estados Unidos confirmó la presencia de buques como los destructores de clase Arleigh Burke, el crucero USS Lake Erie y el buque anfibio USS Iwo Jima, junto con submarinos nucleares y aviones F-35 estacionados en Puerto Rico.
Características clave de los misiles y capacidades venezolanas
- Misiles Kh-31 alcanzan velocidades superiores a Mach 3 con rango de 70 a 110 kilómetros.
- Ojiva de alto explosivo pesa entre 94 y 100 kilogramos con guía por radar activo.
- Flota aérea incluye 23 Su-30MKV con misiles R-77 de 80 km y R-27ER de 130 km.
- Defensa antiaérea incorpora 12 sistemas Buk-M2 y tres batallones de S-300VM hasta 200 km.
Contexto regional y respuesta a despliegues estadounidenses
Además, drones MQ-9 operaron en la zona, bajo el pretexto de misiones contra el narcotráfico. Caracas interpretó estos despliegues como acciones de coerción dirigidas a obtener recursos hidrocarburos, y Maduro afirmó que defenderían el territorio ante cualquier agresión. La capacidad de ataque estadounidense en la región incluye hasta 140 misiles Tomahawk, además de 1.687 infantes de marina preparados para acción. Días antes de los ejercicios, dos aviones venezolanos F-16 realizaron un sobrevuelo sobre el buque USS Jason Dunham, un destructor equipado con sistemas Aegis, en aguas internacionales.
El incidente ocurrió el 4 de septiembre de 2025, y funcionarios del Pentágono lo describieron como una maniobra agresiva a corta distancia. En respuesta, Washington autorizó el envío de 10 aviones F-35 adicionales para aumentar sus operaciones en el área. Venezuela cuenta con una flota aérea que incluye 23 Su-30MKV, complementados por misiles aire-aire R-77 de 80 kilómetros de alcance y R-27ER de 130 kilómetros, así como los Kh-31 para misiones antibuque. La defensa antiaérea venezolana incorpora 12 sistemas Buk-M2 de medio alcance y tres batallones de S-300VM con capacidad para distancias superiores a 200 kilómetros, elementos que se posicionaron en zonas fronterizas con Guyana y Colombia, y cerca de la costa caribeña.
Las fuerzas venezolanas han recibido asistencia técnica rusa en los últimos años, con envíos de equipo y presencia de especialistas para mantener la operatividad de los sistemas. En 2018, Moscú consideró establecer una base avanzada en La Orchila para bombarderos Tu-160, y realizó vuelos conjuntos con aviones venezolanos sobre el Caribe, lo que causó preocupaciones en Estados Unidos. Recientemente, un avión C-130H venezolano realizó misiones de transporte desde la isla, mientras un helicóptero MH-60R estadounidense patrulló a 87 millas de la costa. Observadores independientes detectaron también un Cessna Citation Bravo de la aviación militar venezolana que monitoreaba el área al descender para evaluar sistemas de alerta.
El ejercicio Caribe Soberano 200 constituyó una de las mayores movilizaciones venezolanas en el Caribe en años recientes, con enfoque en la coordinación entre ramas de las fuerzas armadas. Los buques de guerra participaron en formaciones defensivas, apoyados por vehículos blindados y tanques en tierra. Las embarcaciones menores, operadas por milicias, complementaron las operaciones navales mayores. Maduro repitió que las maniobras respondían directamente a las acciones estadounidenses, que incluyeron impactos en embarcaciones venezolanas sospechosas de narcotráfico. El enviado estadounidense Richard Grenell mencionó que las conversaciones seguían abiertas, aunque las tensiones persistían.
Capacidades de defensa y conclusiones de las maniobras
Venezuela ha posicionado sistemas S-300VM en múltiples puntos del país, incluidos cerca de la frontera con Guyana, donde disputas territoriales agregan complejidad al escenario. La aviación militar venezolana, con sus Su-30 y F-16, constituye la fuerza aérea más potente en América Latina fuera de Estados Unidos, según evaluaciones de expertos en defensa.
Los Kh-31, en su variante PD con mejoras en distancia y guía, incrementan la capacidad de disuasión contra flotas navales. Las maniobras concluyeron el 20 de septiembre, con el regreso de unidades a sus bases, pero la vigilancia mutua en el Caribe continúa.