• Quiénes somos
  • Contacto
  • Embajadas
  • Oficina PM
  • Directorio
  • Jerusalén
  • Condiciones de servicio
  • Política de Privacidad
  • Login
  • Register
sábado, julio 26, 2025
Noticias de Israel
  • Inicio
  • FDI
  • Gaza
  • Terrorismo
  • Mundo
  • Zona de guerra
  • Siria
  • Irán
  • Antisemitismo
  • Tecnología
  • Arqueología
Noticias de Israel

Portada » Zona de guerra » Washington confirma que el segundo B-21 volará en breve

Washington confirma que el segundo B-21 volará en breve

26 de julio de 2025
Washington confirma que el segundo B-21 volará en breve

El B-21 Raider, en pruebas de vuelo en la Base de la Fuerza Aérea Edwards, California. Un segundo ejemplo es emprender el vuelo pronto.

Un segundo bombardero B-21 volará pronto, y el aumento de la producción representa un reconocimiento del entorno global cambiante y de la importancia del ataque de largo alcance, según declaró el general Thomas A. Bussiere, jefe del Mando de Ataque Global de la Fuerza Aérea.

“Deberíamos ver volar pronto el segundo prototipo de prueba en desarrollo”, indicó Bussiere en una entrevista del 25 de julio concedida a Air & Space Forces Magazine. Han pasado veinte meses desde que el primer B-21 realizó su vuelo inaugural en noviembre de 2023, y el presidente del área de aeronáutica de Northrop Grumman, Tom Jones, señaló que esa aeronave vuela aproximadamente dos veces por semana.

El número de aeronaves en la línea de producción se mantiene clasificado, aunque la Fuerza Aérea reveló en 2022 que al menos seis se encuentran en alguna etapa de construcción.

“Estoy satisfecho con el avance” del esfuerzo conjunto de producción y pruebas, afirmó Bussiere.

El general, que ha sido nominado para ocupar el cargo de Vicejefe del Estado Mayor, añadió que el B-21 no se diseñó como un salto radical hacia tecnologías futuristas, sino como una combinación prudente de nuevas capacidades furtivas con un enfoque en la mantenibilidad, con el objetivo de obtener una aeronave con mayor disponibilidad operativa.

Aumento de la producción

Aunque el B-21 continúa en fase de pruebas, el programa recibió recientemente un impulso significativo por parte del Congreso, que aprobó una ley de reconciliación presupuestaria con una partida de $4.500 millones destinada a aumentar la capacidad de producción del B-21.

EE. UU. publica primer video del B-21 Raider en pleno vuelo
B-21 Raider

Este incremento “no resultó una sorpresa”, sostuvo Bussiere. “Llevamos estudiándolo desde hace algo más de un año. Comprendemos perfectamente la capacidad, el rendimiento y el costo que implica aumentar la tasa de producción”.

El impulso proviene de “una toma de conciencia clara sobre el valor y la relevancia del ataque de largo alcance, y la capacidad de poner en riesgo cualquier objetivo del planeta en el momento y lugar que elijamos”, afirmó Bussiere. A ello se suma “la necesidad urgente de reemplazar nuestra flota de bombarderos envejecida, el creciente costo y las dificultades de mantener plataformas heredadas, junto con un entorno internacional que, francamente, lleva a todos a coincidir en que se necesita más capacidad de ataque de largo alcance, no menos”.

Northrop Grumman, el Mando de Material de la Fuerza Aérea y el Cuartel general de la Fuerza Aérea realizaron un análisis conjunto para determinar cómo incrementar la tasa de producción, explicó Bussiere. Aunque esa tasa se mantiene confidencial, declaraciones de líderes del sector defensa y datos presupuestarios de los últimos años sugieren que el ritmo máximo estaría en torno a siete unidades por año.

El aumento presupuestario “permitirá una aceleración algo mayor respecto al ritmo actual”, declaró Bussiere, sin revelar cifras concretas.

Una producción más rápida podría permitir a la Fuerza Aérea adquirir un mayor número de B-21, aunque Bussiere indicó que el programa sigue teniendo como objetivo general superar las 100 unidades, sin que por el momento se haya planificado una cantidad superior.

En una comparecencia ante el Comité de Servicios Armados del Senado en mayo, Bussiere expresó su apoyo a la evaluación de un posible aumento en la producción de 100 a 145 unidades, debido a que el contexto estratégico ha cambiado desde que se fijó el objetivo de 100 aeronaves en torno a 2018. El general Anthony Cotton, jefe del Mando Estratégico de EE. UU., también ha instado a aumentar el programa B-21 hasta 145 unidades.

Desde que se estableció la meta de 100 aeronaves, Rusia invadió Ucrania y China ha expandido rápidamente sus fuerzas estratégicas, recordó Bussiere.

B-21 para 2024: Northrop se fija en su próximo contrato
B-21 Raider

A comienzos de 2024, el exjefe de adquisiciones y sostenimiento del Pentágono, William LaPlante —quien desempeñó un papel clave en el desarrollo del programa B-21 como ejecutivo de adquisiciones de la Fuerza Aérea— explicó que la baja tasa de producción fue una decisión intencional, con el fin de proteger el programa frente a recortes presupuestarios similares a los que redujeron la flota del B-2 de 132 a solo 20 unidades. Bussiere indicó que no le preocupa que un aumento en la producción ponga al B-21 en riesgo presupuestario.

“No creo que el programa corra peligro si continúa avanzando con el nivel de éxito actual”, afirmó. “Por lo general, los programas enfrentan riesgos cuando sufren retrasos o presentan problemas tecnológicos, de capacidades o de producción. Me encuentro muy conforme con la etapa actual de las pruebas de desarrollo del B-21”.

Lecciones aprendidas

El éxito del Raider se atribuye, en parte, a la experiencia acumulada por la Fuerza Aérea con el B-2, añadió.

“En justicia, tanto la empresa como nuestros operadores, técnicos, especialistas en adquisiciones e ingenieros cuentan con una ventaja frente a sistemas anteriores, gracias a más de treinta años de experiencia en las dinámicas y enseñanzas derivadas del B-2”, explicó. “Hemos aplicado esas lecciones en operaciones, en la interfaz entre piloto y aeronave, y en la facilidad de mantenimiento. Todo eso se ha integrado”.

La filosofía de diseño del B-21 no buscó un salto generacional drástico, sino perfeccionar lo aprendido con el B-2, mejorar algunas de sus capacidades y ofrecer una plataforma más robusta y fiable, señaló Bussiere.

El B-21 Raider: tan invisible que parece un insecto en los radares
B-21 Raider

“Yo diría que es una evolución tecnológica”, precisó. “No se trata de una plataforma que supere por completo a las capacidades generacionales previas para aspirar a lo imposible, sino de mejoras en los materiales, el diseño y el mantenimiento que permiten una solución más viable. Ese es su fundamento”.

La Fuerza Aérea “aprendió mucho sobre cómo desarrolló e implementó capacidades iniciales y posteriores mejoras en el B-2, y todas esas enseñanzas fueron incorporadas al diseño”, añadió. “Existen otros elementos exclusivos del B-21 que no formaron parte de la producción del B-2 y que harán de este sistema una plataforma más práctica para el mantenimiento”.

Indicó que tanto técnicos como pilotos del B-2 trabajaron estrechamente con los ingenieros de adquisiciones y los socios industriales, lo que permitió optimizar múltiples aspectos del sistema de armas. Esto abarcó desde los controles y pantallas de cabina, diseñados para optimizar la experiencia de la tripulación, hasta la ubicación de paneles de acceso o componentes internos, con el objetivo de facilitar las tareas de mantenimiento.

Todo lo aprendido “tras más de tres décadas de colaboración con la industria y experiencia operativa en mantenimiento de tecnologías de baja observabilidad se ha incorporado al diseño y materiales del B-21 para optimizar sus características, de modo que requiera menos mantenimiento que el B-2”.

Aunque un portavoz de la Fuerza Aérea ha declarado que los primeros B-21 podrían entrar en servicio de combate si fuese necesario, Bussiere aclaró que no se prevé utilizar las aeronaves de prueba con ese fin.

“Las versiones de producción y las versiones operativas del programa están estrechamente alineadas para garantizar que los prototipos y las unidades de producción presenten la menor diferencia posible en su configuración, de modo que no se genere ningún desfase en la capacidad de combate al momento de desplegarlas”, explicó. A diferencia del B-2, que se certificó inicialmente solo para misiones nucleares y más adelante para misiones convencionales, el B-21 contará desde el principio con certificación para ambas funciones.

Avistamiento del B-21 Raider en pleno vuelo
B-21 Raider

Los directivos de Northrop han declarado que el B-21 será una aeronave de uso cotidiano, aunque Bussiere manifestó que no está seguro de lo que esa afirmación implica exactamente.

“Todas nuestras aeronaves están concebidas para volar a diario”, señaló. “Creo que lo que intentaron decir es que el diseño, el mantenimiento de las características furtivas y de las unidades reemplazables en línea, así como la capacidad de mantener su operatividad diaria, forman parte integral del concepto del B-21 para facilitar su mantenimiento. Supongo que eso era lo que querían decir”.

Aunque el contrato original de 2015 para el “Bombardero de Ataque de Largo Alcance” contemplaba versiones tripuladas y no tripuladas del que sería el B-21, Bussiere aclaró que eso no forma parte de los planes actuales.

“Actualmente no se ha incluido eso en el programa”, señaló. “Recuerdo vagamente que figuraba como una posible opción dentro de las directrices originales, pero en este momento no estamos desarrollando ninguna variante de ese tipo”.

© 2017–2025

Welcome Back!

Login to your account below

Forgotten Password? Sign Up

Create New Account!

Fill the forms below to register

All fields are required. Log In

Retrieve your password

Please enter your username or email address to reset your password.

Log In
No Result
View All Result
  • Inicio
  • FDI
  • Gaza
  • Terrorismo
  • Mundo
  • Zona de guerra
  • Siria
  • Irán
  • Antisemitismo
  • Tecnología
  • Arqueología

© 2019 - 2025 Todos los derechos reservados.