En un artículo publicado por la Fuerza Aérea de Estados Unidos, se conmemora el 60 aniversario del primer vuelo del XB-70 Valkyrie, un bombardero supersónico que sigue fascinando tanto a ingenieros como a aficionados de la aviación.
Este avión, conocido por su diseño futurista y elegante, se ha convertido en un símbolo del espíritu innovador y ambicioso que caracterizó el desarrollo de aeronaves durante la Guerra Fría.
Aunque solo se fabricaron dos prototipos, el XB-70 dejó una huella profunda en la historia de la aviación militar. Concebido en los años 50, su propósito inicial era servir como bombardero de gran altitud y alta velocidad para el Comando Aéreo Estratégico de la Fuerza Aérea de EE. UU.
En medio de un rápido avance tecnológico, la Fuerza Aérea buscaba un sucesor del B-52 Stratofortress, que pudiera volar a mayores velocidades y alturas. El XB-70 fue diseñado con una velocidad de crucero planificada de Mach 3 y una altitud operativa de 70.000 pies, características que le permitirían superar las defensas soviéticas, un reto cada vez más relevante en plena Guerra Fría.
Uno de los aspectos más innovadores del XB-70 era su capacidad para “montar” su propia onda expansiva, lo que le confería estabilidad y mejor rendimiento a velocidades supersónicas. Con una distintiva ala delta y seis motores a reacción, el Valkyrie poseía un diseño exótico y llamativo que lo hizo destacar entre las aeronaves de su tiempo.
Además, sus alas contaban con paneles articulados que podían ajustarse durante el vuelo para optimizar la aerodinámica a altas velocidades.
El artículo también resalta la importante contribución del Arnold Engineering Development Complex (AEDC) en el desarrollo del XB-70, subrayando el papel clave que jugó en su creación.
El legado del XB-70 Valkyrie: 60 años de pruebas y avances en la aviación supersónica
Las pruebas iniciales de los motores, la aerodinámica y otros componentes cruciales del XB-70 Valkyrie comenzaron en la Base Aérea Arnold a finales de los años 50, mucho antes de que se construyera el primer prototipo. Las instalaciones del Arnold Engineering Development Complex (AEDC) jugaron un papel esencial en la ampliación de los límites tecnológicos de la aviación de esa época.
En marzo de 1958, una de las primeras pruebas incluyó las toberas de los motores que utilizaría el XB-70. Posteriormente, se llevaron a cabo exhaustivas pruebas en túneles de viento con modelos a escala del Valkyrie, donde también se analizaron las características aerodinámicas de las bombas que lanzaría el avión.
El desarrollo del Valkyrie avanzó hasta principios de la década de 1960, cuando los motores turborreactores YJ93, diseñados especialmente para la aeronave, pasaron por rigurosas evaluaciones en el AEDC. Estos motores eran cruciales para que el avión pudiera alcanzar y mantener velocidades supersónicas, cumpliendo con los exigentes objetivos del diseño.
A pesar del progreso, en 1961, el programa fue cancelado antes de que se completara el primer prototipo. La decisión fue tomada debido a restricciones presupuestarias y a las crecientes preocupaciones sobre la vulnerabilidad del bombardero frente a los misiles tierra-aire soviéticos, cuyo desarrollo había avanzado rápidamente.
Sin embargo, el XB-70 encontró un nuevo propósito como avión de investigación. La Fuerza Aérea de Estados Unidos vio su potencial para estudiar aerodinámica y propulsión, particularmente en el ámbito de las aeronaves supersónicas de gran tamaño.
Finalmente, se construyeron dos prototipos, y las pruebas continuaron, incluso en el AEDC. En agosto de 1962, se evaluó una versión a escala de la entrada del XB-70, acoplada a un motor YJ93 a escala real, en una serie de pruebas que siguieron ampliando el legado del Valkyrie.
Historia del XB-70 Valkyrie: hitos, tragedia y legado en la aviación supersónica
El primer vuelo del XB-70A número 1 (62-001) se llevó a cabo el 21 de septiembre de 1964, desde Palmdale hasta la Base Aérea Edwards en California. Posteriormente, el segundo prototipo, el XB-70A número 2 (62-207), realizó su vuelo inaugural el 17 de julio de 1965. Este segundo avión incorporaba una mejora significativa: 5 grados adicionales de diedro en sus alas, sugeridos por estudios en el túnel de viento del Centro de Investigación Ames de la NASA en Moffett Field, California.
El primer XB-70A solo alcanzó Mach 3 en una ocasión, debido a problemas de estabilidad direccional por encima de Mach 2.5. Sin embargo, el segundo prototipo logró volar a Mach 3 por primera vez el 3 de enero de 1966, completando con éxito nueve vuelos a esa velocidad en junio del mismo año.
El programa Valkyrie sufrió un golpe devastador en junio de 1966 cuando el segundo prototipo se destruyó en una colisión aérea con un F-104N Starfighter durante una sesión fotográfica. Este trágico accidente no solo se saldó con la pérdida de la aeronave, sino también de personal clave, lo que afectó las perspectivas futuras del proyecto.
A pesar de este revés, el primer XB-70 continuó sirviendo como una plataforma de investigación crucial. En 1967, fue transferido a la NASA para apoyar el programa National Supersonic Transport (SST), dedicado a la investigación de operaciones supersónicas. Aunque el programa SST fue cancelado en 1971, el XB-70 contribuyó significativamente a los estudios sobre vuelo supersónico.
El último vuelo del XB-70 Valkyrie ocurrió el 4 de febrero de 1969, cuando fue trasladado a la Base Aérea Wright-Patterson en Ohio. Desde entonces, se exhibe en el Museo Nacional de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, donde sigue siendo un símbolo de la audaz ingeniería y diseño de su tiempo.
El legado duradero del XB-70 Valkyrie: 60 años de innovación supersónica
Aunque solo se fabricaron dos unidades del XB-70, su impacto en la aviación supersónica sigue siendo significativo. Los avances pioneros que logró en aerodinámica, rendimiento de motores y vuelo a alta velocidad contribuyeron a moldear el futuro de este tipo de aeronaves.
El primer prototipo del Valkyrie completó 83 vuelos, acumulando un total de 160 horas y 16 minutos en el aire. Por su parte, el segundo prototipo realizó 46 vuelos, sumando 92 horas y 22 minutos de tiempo de vuelo. A pesar de la cancelación temprana del programa, el XB-70 dejó un legado que va más allá de su corto período de operación.
Este bombardero supersónico, con su diseño atrevido y capacidades revolucionarias, sigue cautivando a ingenieros y aficionados de la aviación. Aunque su historia operativa fue breve, destaca la constante búsqueda de innovación que caracteriza a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y a sus colaboradores en ingeniería.
A seis décadas de su primer vuelo, el XB-70 Valkyrie continúa siendo un símbolo icónico de las ambiciones audaces que definieron la aviación en la era de la Guerra Fría.