El Yakovlev Yak-38 (“Forger”) fue el primer y único avión de combate de despegue y aterrizaje vertical (VTOL) de la Armada soviética. Desarrollado en la década de 1960, con su primer vuelo en 1971, este caza se introdujo en 1976 para operar desde los “cruceros de aviación pesados” de la clase Kiev (portaaviones híbridos adecuados tanto para el ataque como para la proyección del poder aéreo).
Tras el lanzamiento del Hawker Siddeley P.1127, el caza VTOL británico y el primer caza VTOL jamás creado, los soviéticos consideraron que un caza VTOL se ajustaba a su visión de desplegar cruceros pesados en lugar de portaaviones completos de un solo uso. Tener un VTOL operativo permitiría aterrizar y despegar en espacios mucho más limitados, como los cruceros más pequeños.
Tras lanzar el modelo experimental en 1971, el desarrollo duró otros cinco años y cuatro prototipos. Estos años fueron necesarios para incorporar un sistema funcional de vectorización del empuje que permitiera un despegue consistente y fiable.
El Yak-38 que entró en producción en serie en 1976, contaba con un motor Soyuz R-28 y dos turbofanes de elevación Rybinski RD-36. Su velocidad máxima era de 795 millas por hora, con una autonomía de unas 800 millas y una altitud de poco más de 36.000 pies.
Yak-38: Los problemas
A pesar de los avances tecnológicos del Yak-38, también tuvo problemas desde el principio.
Aunque los sistemas VTOL funcionaban relativamente bien, la integración del jet de salto hacía que el caza fuera difícil de manejar y maniobrar, incluso cuando lo pilotaban pilotos experimentados.
Las pruebas realizadas durante la ocupación soviética de Afganistán demostraron que el Forger producía enormes nubes de polvo, suciedad y escombros al despegar de ciertas superficies, lo que podía afectar a los motores y al personal cercano.
Además, cuando sus portaaviones de la clase Kiev navegaban frente a las costas de África Occidental y en el océano Índico, los reactores de elevación del caza no arrancaban en las condiciones de calor y humedad.
Yak-38: No hay suficientes armas
Otro problema importante era el armamento y el alcance operativo del caza. El Yak-38 solo tenía cuatro puntos duros bajo el ala y tenía capacidad para llevar hasta 4.400 libras de munición. Su escaso armamento solía estar equipado con misiles aire-superficie Kh-23 y misiles aire-aire R-60. Además, su alcance ideal se limitaba a 320 kilómetros, por lo que su utilidad como caza de ataque era muy cuestionable. Para completar su carga de armamento, disponía de uno o dos cañones GSh-23L de 23 milímetros.
A pesar de los años en los que se intentó salvar el Yak-38 con variantes poco impactantes, el avión fue retirado en 1991, justo antes del colapso de la Unión Soviética. A pesar de ser bastante impresionante en su capacidad de realizar VLOT, el Forger simplemente nunca demostró su utilidad en el campo de batalla.