La “abuela nazi” de Alemania encarcelada, Ursula Haverbeck, de 89 años, perdió el viernes una impugnación ante el máximo tribunal del país, que reafirmó que las garantías constitucionales de libertad de expresión no cubren la negación del Holocausto.
Ursula Haverbeck comenzó su último período en prisión en mayo por insistir en que el asesinato en masa perpetrado por la Alemania nazi de millones de judíos y otros era “solo una creencia” y que Auschwitz “no estaba probado históricamente” como un campo de exterminio.
La ley alemana hace que sea ilegal negar el genocidio cometido por el régimen de Adolf Hitler, que en el campo de Auschwitz-Birkenau en la Polonia ocupada se cobró 1.1 millones de vidas, en su mayoría judíos europeos.
La negación del Holocausto y otras formas de incitación al odio contra segmentos de la población llevan hasta cinco años en prisión, mientras que el uso de símbolos nazis como las esvásticas también está prohibido.
El Tribunal Constitucional dictaminó que “el castigo por negar el genocidio nacionalsocialista es fundamentalmente compatible con el artículo 5 (1) de la Ley Fundamental”, que garantiza la libertad de expresión.
“La difusión de reclamos que se prueban falsos y afirmaciones deliberadamente falsas” no está cubierta por la libertad de expresión, dictaminó el tribunal, y agregó que la negación del Holocausto “rompe los límites del debate público pacífico y representa una interrupción de la paz pública”.
Ursula Haverbeck, que una vez fue presidenta de un centro de formación de extrema derecha que fue cerrado en 2008 por difundir propaganda nazi, fue declarada culpable en octubre del año pasado de ocho cargos de incitación y fue sentenciada a dos años de cárcel.
Anteriormente había sido sentenciada en varias ocasiones a la cárcel por negar el genocidio nazi, una vez que declaró en televisión que “el Holocausto es la mentira más grande y sostenida de la historia”.