MONTEVIDEO (AP) – El gobierno uruguayo está consultando a los líderes políticos y religiosos lo que debería hacer con un águila de bronce nazi recuperado en 2006, dijo el miércoles el ministro de Defensa.
El águila fue parte de la popa del acorazado alemán Almirante Graf Spee, que se hundió fuera de Uruguay al comienzo de la Segunda Guerra Mundial.
El ministro de Defensa, Jorge Menéndez, dijo que hablaría con los miembros de los cuatro partidos políticos del país el miércoles sobre cómo tratar con el águila de bronce con una esvástica bajo sus garras. Se reunió el martes con miembros del Comité Central Judío de Uruguay.
“Nuestra preocupación es que el águila no genere un santuario nazi en Uruguay que atraiga a nazis de toda la región”, dijo Israel Buszkaniec, presidente del comité. “No tendríamos ningún problema si se vende y sale del país”.
El Graf Spee fue considerado uno de los acorazados más sofisticados de su época. Caminó por el Atlántico Sur y hundió varios buques mercantes aliados antes de que buques de guerra de Gran Bretaña y Nueva Zelanda lo rastrearan y lo dañaran durante la “Batalla del Río de la Plata” que comenzó el 13 de diciembre de 1939.
El dañado Graf Spee avanzó con dificultas al puerto de Montevideo donde marineros heridos y muertos fueron llevados a tierra. Su capitán ordenó que la nave sea hundida a pocas millas de Montevideo para evitar que cayera en manos enemigas.
En febrero de 2006, un equipo de recuperación retiró el águila nazi, que pesa más de 300 kilos, de la popa del barco. Se ha guardado desde entonces en un almacén de la marina.
El equipo de salvamento reclamó inicialmente el derecho de vender la pieza. Pero la Corte Suprema de Uruguay dictaminó en 2014 que el águila pertenece al Estado uruguayo.
El fallo dijo, sin embargo, que si la pieza es vendida, el grupo de salvamento tendría el derecho al 50 por ciento de los ingresos y el propietario del salvamento está presionando para que sea subastada.
El legislador de oposición Jorge Gandini ha propuesto exponer o vender el águila nazi para recaudar fondos para el ejército uruguayo.
El ex presidente Julio María Sanguinetti sugirió en un reciente artículo periodístico que el águila nazi debía ser exhibida en Uruguay por su importancia histórica.
“Imaginar que, como algunos dicen, podría conducir a cierto culto nazi, es realmente absurdo porque es en realidad el contrario: es un monumento a su derrota”, escribió.