El expresidente del Tribunal Supremo de Israel, Aharon Barak, ha decidido renunciar a su puesto en el panel de jueces de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que está evaluando el caso de genocidio presentado por Sudáfrica contra el Estado de Israel, según informó Amit Segal.
La decisión de Barak de dejar su cargo en el tribunal de La Haya se debe a “razones personales y familiares”, de acuerdo con el reporte.
Barak, conocido por ser el arquitecto de la revolución judicial que estableció los poderes actuales del Tribunal Supremo de Israel en la década de 1990, fue nombrado como representante de Israel en el panel de la CIJ encargado del caso sudafricano a principios de enero.
A finales de mayo, tras el inicio de una operación de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en Rafah, la CIJ emitió una orden pidiendo a Israel “detener inmediatamente su ofensiva militar y cualquier otra acción en el Gobernorado de Rafah que pueda imponer al grupo palestino en Gaza condiciones de vida que puedan llevar a su destrucción física total o parcial”.
En el momento de la emisión de la orden, Barak era uno de los cuatro jueces del panel que afirmaron que la misma no obligaba a Israel a cesar toda actividad militar en Rafah.
“Esta medida requiere que Israel detenga su ofensiva militar en el Gobernorado de Rafah solo en la medida necesaria para cumplir con sus obligaciones bajo la convención sobre el genocidio”, escribió Barak.
Barak añadió, “Israel no está impedido de llevar a cabo su operación militar en el Gobernorado de Rafah siempre que cumpla con sus obligaciones bajo la convención sobre el genocidio. Como resultado, la medida es calificada, lo que preserva el derecho de Israel a prevenir y repeler amenazas y ataques por parte de Hamás, defenderse a sí mismo y a sus ciudadanos, y liberar a los rehenes”.