El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas acordó el jueves iniciar una investigación internacional sobre los crímenes cometidos durante los 11 días de conflicto entre Israel y el grupo islamista Hamás en Gaza.
Por una votación de 24 Estados a favor, 9 en contra y 14 abstenciones, el foro de 47 miembros adoptó una resolución presentada por la Organización de Cooperación Islámica (OCI) y la delegación palestina ante Naciones Unidas.
“El proyecto de resolución (…) queda, por tanto, aprobado”, declaró Nazhat Shameem Khan, embajador de Fiyi y actual presidente del foro de Ginebra, tras una sesión extraordinaria que duró todo el día.
En su intervención en la sesión extraordinaria del Consejo, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos dijo que los mortíferos ataques de Israel contra Gaza podrían constituir crímenes de guerra y que Hamás había violado el derecho internacional humanitario al lanzar cohetes contra Israel.
Michelle Bachelet dijo que su oficina había verificado la muerte de 270 palestinos en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este, incluidos 68 niños, durante la violencia de este mes. La mayoría murieron en la Gaza controlada por Hamás, donde Israel combatió a los militantes durante 11 días. El conflicto terminó con un alto el fuego.
Estados Unidos, el aliado más cercano de Israel, no se inscribió para intervenir en el consejo, donde tiene estatus de observador, pareciendo rehuir la novena sesión celebrada sobre Gaza desde 2006.
“Lamentablemente, los autoproclamados defensores mundiales de los derechos humanos siguen protegiendo al ocupante de la responsabilidad mundial y, literalmente, proporcionan armas y municiones para sus crímenes de guerra y de apartheid contra el pueblo palestino, de los que se ha informado ampliamente”, declaró el embajador de Pakistán, Khalil Hashmi, en nombre del grupo islámico.
Bachelet dijo que los ataques de Israel en Gaza, incluidos los bombardeos, los ataques con misiles y los ataques desde el mar, causaron una amplia destrucción de la infraestructura civil y víctimas mortales.
“A pesar de las afirmaciones de Israel de que muchos de estos edificios albergaban a grupos armados o se utilizaban con fines militares, no hemos visto pruebas en este sentido”, dijo Bachelet.
“Si se comprueba que son indiscriminados y desproporcionados, estos ataques podrían constituir crímenes de guerra”, añadió.
Meirav Eilon Shahar, embajador de Israel ante las Naciones Unidas en Ginebra, dijo que Hamás era una “organización jihadista, genocida y terrorista” y acusó al grupo de utilizar a los civiles palestinos como escudos humanos para ocultar sus cohetes.
“Cada uno de estos cohetes constituye un crimen de guerra”, dijo, en referencia a lo que las autoridades israelíes han dicho que fueron 4.400 cohetes disparados contra Israel, la mayoría de los cuales, según dijeron, fueron interceptados por el escudo antimisiles israelí.
Hamás afirma que “lucha por los derechos de los palestinos frente a la opresión israelí” y niega que utilice a los civiles como escudos humanos. Afirma que las acciones de Israel contra Gaza forman parte de una estrategia de castigo colectivo.
El ministro de Asuntos Exteriores palestino, Riyad al-Maliki, declaró: “Israel, la autoridad de la ocupación y el apartheid, continúa con sus crímenes, sus políticas y leyes para consolidar un sistema colonial y de apartheid”.