Una resolución revisada de la Autoridad Palestina ha dejado de condenar inicialmente el plan de paz del presidente Donald Trump para Oriente Medio, optando por un lenguaje menos polémico ante las Naciones Unidas antes de una
votación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, muestra una copia obtenida por AFP.
El último borrador tampoco menciona ya a los Estados Unidos por su nombre como autor del plan, y formula sus críticas en un lenguaje más suave que en el original.
Los cambios se producen cuando la presión diplomática aumenta antes de la votación del Consejo de Seguridad del martes, para la cual se espera que el presidente palestino Mahmoud Abbas esté presente.
En un signo de presión, Túnez a principios de la semana despidió abruptamente a su embajador ante las Naciones Unidas, Moncef Baati, citando su falta de consulta con su ministerio de asuntos exteriores sobre asuntos que se dice que incluyen el plan de paz.
Fuentes diplomáticas dijeron que al presidente de Túnez, Kais Saied, le preocupaba que las expresiones de apoyo de Baati a la Autoridad Palestina perjudicaran las relaciones de Túnez con los Estados Unidos.
Jared Kushner, yerno y asesor de Trump, informó al Consejo de Seguridad sobre el plan de EE.UU. el jueves.
El plan ha sido rechazado rotundamente por la Autoridad Palestina, la Liga Árabe y la Organización de Cooperación Islámica. El domingo, la Unión Africana siguió el ejemplo, con su presidente Moussa Faki Mahamat diciendo en una cumbre de líderes africanos en Addis Abeba que “pisoteó los derechos del pueblo palestino”.
El borrador inicial de la resolución de la Autoridad Palestina, que fue presentado por Túnez e Indonesia el martes pasado, acusaba al plan de EE.UU. de “violar el derecho internacional y los términos de referencia aprobados internacionalmente para el logro de una solución justa, amplia y duradera para el conflicto israelo-palestino”.
La última versión dice que la iniciativa de los Estados Unidos “se aparta del mandato y los parámetros aprobados internacionalmente para el logro de una solución justa, amplia y duradera de este conflicto, consagrado en las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas”.
El proyecto ya no pide una conferencia internacional sobre el Oriente Medio “en la fecha más temprana posible”, sino que reemplaza ese lenguaje con un recordatorio de que tal llamado se hizo en una resolución de las Naciones Unidas de 2008.
También añade una línea “condenando todos los actos de violencia contra los civiles, incluidos los actos de terror, así como todos los actos de provocación, incitación y destrucción”.
A pesar del tono más suave, sin embargo, no estaba claro si la última versión sería suficiente para evitar un veto de los EE.UU. cuando se votara el martes.
Sigue condenando las ciudades israelíes de Judea y Samaria, así como los barrios israelíes en el este de Jerusalén, y pide un Estado palestino a lo largo de las líneas de antes del 5 de junio de 1967.
Abbas tiene programada una conferencia de prensa en Nueva York con el ex primer ministro israelí Ehud Olmert después de la votación, según una declaración de la misión de la Autoridad Palestina a la ONU.