La embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, ha manifestado su indignación por los reportes que indican que la ayuda alimentaria no ha llegado a las ciudades de Jabaliya y Beit Lahiya, situadas en el norte de Gaza, durante casi un mes.
Thomas-Greenfield afirmó: “Estados Unidos ha dejado en claro al primer ministro [Benjamin] Netanyahu que, un año después del inicio de este conflicto, Israel debe abordar la catastrófica crisis humanitaria en Gaza; que Estados Unidos rechaza cualquier esfuerzo israelí para matar de hambre a los palestinos en Jabaliya o en cualquier otro lugar; y que las palabras de Israel deben ir acompañadas de acciones sobre el terreno”. Estas declaraciones se hicieron durante sus comentarios en la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU acerca de la guerra en Gaza.
La embajadora agregó: “Por el momento, eso no está sucediendo. Esto debe cambiar de inmediato.”
De acuerdo con Thomas-Greenfield, “Estados Unidos ha declarado claramente que Israel debe permitir el ingreso de alimentos, medicinas y otros suministros a toda Gaza —especialmente al norte, y especialmente ahora que se acerca el invierno— y proteger a los trabajadores que los distribuyen.” Esta afirmación parece hacer referencia a una carta enviada a Israel el 13 de octubre, en la que Estados Unidos advirtió que el suministro continuo de armas ofensivas podría verse comprometido si Jerusalén no adopta medidas decisivas para mejorar la crisis humanitaria en Gaza.
Si bien reconoció que Hamás ha utilizado infraestructura civil, la embajadora expresó que “los desgarradores informes sobre personal médico detenido por las fuerzas israelíes en hospitales del norte de Gaza también son profundamente preocupantes. Instamos a Israel a que aborde públicamente estas acusaciones de inmediato.”