El director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, descartó que el informe de su agencia sobre las actividades nucleares de Irán, publicado el mes pasado, haya motivado el ataque de Israel contra el programa nuclear iraní.
En una entrevista con Anderson Cooper de CNN, Grossi afirmó: “Un informe sobre la verificación nuclear en Irán difícilmente podría ser una base para cualquier acción militar”. Aclaró que las decisiones de carácter militar responden a motivos políticos, desvinculados de los reportes del OIEA.
Irán había insinuado que el documento del OIEA, junto con la declaración de que el país incumplió sus compromisos de salvaguardias nucleares, creó las condiciones para la ofensiva israelí. Grossi rebatió esta idea al señalar que el contenido del informe no presentaba novedades significativas. Según explicó, el OIEA lleva años alertando sobre la reticencia de Irán a proporcionar información completa sobre sus actividades nucleares.
El informe del OIEA destacó que no existen indicios de un programa sistemático en Irán para desarrollar armas nucleares. Grossi subrayó: “En este momento, no tenemos ningún indicio de que haya un programa sistémico en Irán para fabricar un arma nuclear”. Evitó especular sobre posibles plazos para que Irán logre producir un arma nuclear y aclaró que poseer uranio enriquecido, aunque en cantidades suficientes para varias bombas si se procesa más, no equivale a contar con una ojiva funcional.
Grossi recordó que a principios de la década de 2000 se detectaron en Irán actividades asociadas al desarrollo de armas nucleares, pero aseguró: “No estamos viendo esto ahora”. Por ello, consideró que hablar de plazos para la fabricación de un arma sería mera conjetura. No obstante, resaltó un hecho preocupante: Irán es el único país sin armas nucleares que enriquece uranio a los niveles actuales, una práctica que genera inquietud en la comunidad internacional.