El embajador de Israel ante la ONU dice que “el tiempo de los llamados vacíos a la desescalada ha terminado”.
Danny Danon dice en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU que “el verdadero rostro de Irán es el del terror, la muerte y el caos”.
“Esto ya no es una cuestión de palabras”, afirmó. “Irán es un peligro muy real y presente para el mundo y, si no se le detiene, la próxima oleada de misiles no estará dirigida únicamente contra Israel”, afirmó.
Calificó el bombardeo de misiles iraní contra Israel el martes como “un ataque a sangre fría contra 10 millones de civiles” y “un acto de agresión sin precedentes”.
Danon subraya que Israel no se detendrá hasta que todos los rehenes tomados por Hamás y otros terroristas regresen a Israel.
“Que el mundo lo entienda: Israel se defenderá y lo haremos con justicia y fuerza”, afirma.
Hablando ante Danon, el embajador iraní afirmó que Irán tuvo que lanzar una andanada de misiles contra Israel para “restaurar el equilibrio” después de una reciente serie de importantes ataques israelíes contra sus representantes regionales.
Amir Saeid Iravani describe el ataque con misiles como “una respuesta necesaria y proporcionada a los continuos actos terroristas agresivos de Israel durante los últimos dos meses”.
Afirma que Irán “ha buscado constantemente la paz y la estabilidad” y que Israel ve la moderación iraní “no como un gesto de buena voluntad, sino como una debilidad que hay que explotar”.
“Cada acto de moderación que ha tomado Irán no ha hecho más que envalentonar a Israel para que cometa mayores crímenes y más actos de agresión”, afirma Iravani. “En consecuencia, la respuesta de Irán era necesaria para restablecer el equilibrio y la disuasión”.
Mientras tanto, el embajador del Líbano ante la ONU dice que su gobierno rechaza los combates entre Israel y Hezbolá.
Hadi Hachem afirma que el gobierno libanés quiere que se aplique una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que supuestamente debía poner fin a la última guerra entre Israel y Hezbolá en 2006. En ella se pedía el desarme de todos los grupos armados, incluido Hezbolá, y el despliegue de fuerzas libanesas en la frontera sur con Israel. Nada de esto ha sucedido.
El embajador libanés afirmó que la única solución a la guerra en curso y a la “bárbara agresión de Israel” es la plena aplicación de la resolución. Agregó que el Líbano está abriendo el reclutamiento de 1.500 nuevos soldados para reforzar la presencia del ejército nacional en el sur.
“Hoy en día, el Líbano está atrapado entre la maquinaria de destrucción israelí y las ambiciones de otros en la región”, dice Hachem, en alusión al apoyo de Irán a Hezbolá.