El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y el emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, ambos líderes de países que albergan a miembros de Hamás y otras organizaciones terroristas, criticaron duramente la política de Israel durante sus discursos en la Asamblea general de la ONU el martes.
Erdogan fue especialmente contundente en su intervención, afirmando: “Como resultado de los ataques de Israel, Gaza se ha convertido en el cementerio más grande del mundo para niños y mujeres”. Además, instó al Consejo de Seguridad de la ONU a actuar: “Hago un llamado para que se detenga el genocidio en Gaza. ¿A qué estáis esperando? ¿Por qué no los frenáis? Ponen en riesgo tanto a los habitantes de la región como a los ciudadanos del Estado de Israel con fines políticos”, agregó.
Posteriormente, el emir de Qatar también subió al podio y acusó a Israel de cometer “genocidio en la Franja de Gaza”. El líder qatarí añadió que “después de un año de guerra, ya no se puede justificar el derecho a la legítima defensa”.
Por su parte, el presidente de Sudáfrica, quien ha demandado a Israel, señaló: “Sabemos lo que es el apartheid y no permaneceremos en silencio cuando lo veamos ocurrir a otros”.
El rey de Jordania, en su discurso, criticó lo que describió como la violación del “status quo histórico en los lugares sagrados de Jerusalén”, mencionando que esto ocurre “bajo la protección y el estímulo de miembros del gobierno israelí”. También rechazó de forma tajante la idea de trasladar a los palestinos a territorio jordano, declarando: “Voy a ser muy claro… Eso nunca ocurrirá. Nunca aceptaremos el desplazamiento forzado de los palestinos, lo cual también es un crimen de guerra”.