Estados Unidos ha instado a que se vote rápidamente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas una resolución revisada y reforzada en la que se pide un “alto el fuego inmediato y sostenido” en la guerra de Gaza entre Israel y Hamás, con el objetivo de proteger a los civiles y garantizar la entrega de ayuda humanitaria a más de dos millones de palestinos afectados por la hambruna.
El documento, al que tuvo acceso The Associated Press, apoya firmemente los esfuerzos diplomáticos internacionales en curso para lograr dicho alto el fuego, centrándose también en la liberación de todos los rehenes que aún están en manos de Hamás.
La versión anterior de la resolución estadounidense apoyaba sin ambigüedades los esfuerzos diplomáticos “para lograr un alto el fuego inmediato y sostenible como parte de un acuerdo que garantice la liberación de los rehenes”. Sin embargo, esta propuesta no obtuvo el apoyo suficiente en el Consejo de Seguridad de 15 miembros, donde 13 votaron a favor de una resolución patrocinada por los árabes que pedía un alto el fuego humanitario inmediato en Gaza, propuesta que fue vetada por EE. UU. el 20 de febrero.
La redacción más reciente de la propuesta estadounidense afirma inequívocamente que el Consejo de Seguridad “reconoce el imperativo de un alto el fuego inmediato y sostenible” y modifica la terminología relacionada con la exigencia de liberación de los rehenes capturados durante el asalto terrorista por sorpresa de Hamás a Israel el 7 de octubre.
Robert Wood, embajador adjunto de Estados Unidos, indicó a los periodistas que la votación podría tener lugar “lo antes posible… quizá antes del fin de semana”, expresando su confianza en el texto y en obtener un amplio apoyo. “Creemos que es un buen texto. Todo el mundo debería apoyarlo”, dijo Wood, asegurando que seguirán trabajando hasta el último momento para conseguir el mayor número de votos posible.
Paralelamente, los 10 miembros electos del Consejo de Seguridad han estado trabajando en su propia resolución, que exigiría un alto el fuego humanitario inmediato durante el mes sagrado musulmán del Ramadán, que comenzó el 10 de marzo, pidiendo que sea “respetado por todas las partes para conducir a un alto el fuego sostenible permanente”, y reclamando “la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes”.