Karim Khan, fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), justificó las acusaciones de crímenes de guerra contra el primer ministro de Israel, argumentando que el país no había realizado investigaciones serias sobre estas denuncias.
En declaraciones a Reuters, Khan mantuvo su posición a pesar de la reciente aprobación en la Cámara de Representantes de Estados Unidos de sanciones contra la CPI, calificándola como una medida “no deseada ni bienvenida”. Las órdenes de arresto emitidas por los jueces de la CPI en noviembre pasado incluyen al primer ministro Benjamin Netanyahu, el exministro de Defensa, Yoav Gallant y el líder de Hamás, Muhammad Deif, señalados por crímenes de guerra durante la guerra en Gaza. Mientras que Israel afirma que Deif murió durante la guerra, Hamás no ha confirmado su Muerte.
El gobierno israelí no respondió a los comentarios de Khan. Israel ha rechazado la jurisdicción de la CPI y niega las acusaciones de crímenes de guerra. Estados Unidos, aliado clave de Israel y no miembro de la CPI, también criticó las órdenes de arresto contra Netanyahu y Gallant.
Khan sostuvo que Israel no ha emprendido investigaciones que cumplan con la jurisprudencia internacional. Según el fiscal, si Israel realizara estas investigaciones, podría retomar el caso en tribunales nacionales, pero reconoció que es improbable que Jerusalén investigue a Netanyahu o Gallant.
La CPI, con 125 miembros, es el tribunal internacional encargado de procesar crímenes de guerra, lesa humanidad y genocidio. A pesar de reconocer la capacidad jurídica de Israel, Khan subrayó que el Estado no ha abordado adecuadamente las acusaciones en los territorios palestinos.
El reciente respaldo de la Cámara de Representantes de Estados Unidos a la “Ley de Contrarrestación de Tribunales Ilegítimos” refleja el apoyo al gobierno israelí. La CPI manifestó su preocupación por esta ley, advirtiendo que podría privar de justicia a las víctimas. Las sanciones previas impuestas en 2020 por la administración Trump fueron levantadas durante la presidencia de Biden, aunque se teme que nuevas sanciones sean más severas.
Desde su creación en 1998, la CPI ha buscado continuar el legado de los juicios de Núremberg. Khan destacó la importancia de la independencia de la institución frente a amenazas de sanciones, subrayando su compromiso con los principios del Estatuto de Roma.
Netanyahu calificó las órdenes de arresto como “un día negro” y prometió enfrentarlas. Israel presentó apelaciones argumentando falta de jurisdicción y defectos procesales en las decisiones de la CPI, afirmando que las investigaciones violan su soberanía.
Según Khan, el Estatuto de Roma autoriza a la CPI a investigar crímenes en territorio de Estados miembros, como Palestina. Los jueces del tribunal emitirán decisiones sobre las apelaciones próximamente.
Las acusaciones contra Netanyahu y Gallant incluyen ataques a civiles en Gaza y el uso de hambre como arma de guerra al obstruir ayuda humanitaria. Israel niega estas acusaciones, alegando haber facilitado ayuda masiva y señalando a Hamás por dificultar su distribución.
La CPI justificó las órdenes de arresto basándose en pruebas suficientes y como una medida para prevenir crímenes futuros. También emitió una orden contra Deif, quien según Israel murió en julio, mientras que líderes de Hamás como Ismail Haniyeh y Yahya Sinwar murieron antes de la emisión de las órdenes.