El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel arremetió contra la UNESCO, la agencia cultural de la ONU, tras aprobar una resolución sobre la guerra de Gaza en la que criticaba a Israel, pero no condenaba a Hamás.
“Israel rechaza con disgusto la resolución unilateral adoptada hoy por la UNESCO sobre la situación en Gaza”, declaró el viernes en un comunicado el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Lior Haiat.
“La resolución ignora totalmente la masacre del 7 de octubre perpetrada por los terroristas de Hamás, que asesinaron brutalmente a sangre fría a unas 1.200 personas y secuestraron a 240, incluidos bebés, niños, mujeres y ancianos”, añadió.
“La resolución da luz verde a la organización terrorista Hamás, que es peor que ISIS, para seguir asesinando y secuestrando, así como para seguir utilizando a los residentes de la Franja de Gaza como escudos humanos”, continuó Haiat.
“La UNESCO está cooperando en la distorsión de hechos básicos y en la negación de masacres al servicio de gobiernos extremistas y partidarios del terrorismo. La UNESCO, que solo dedicó un minuto de silencio en memoria de las víctimas palestinas, es una organización que tiene un fallo moral inherente y debería avergonzarse de sí misma y de sus debates”.
“Israel da las gracias a los países que la apoyaron y a las enmiendas propuestas por Estados Unidos, y se opusieron a la resolución del grupo árabe”, concluyó Haiat.
La resolución de la UNESCO aprobada el viernes pide el “cese inmediato de todos los ataques contra palestinos, especialmente niños, mujeres, jóvenes, profesores y todos los que trabajan en el campo de la educación”.
Israel ha tenido una relación polémica con la UNESCO, que ha aprobado varias resoluciones antiisraelíes en los últimos años.
En septiembre, la agencia de la ONU aprobó una resolución que declaraba que un sitio en la antigua Jericó es un “patrimonio mundial palestino”.
En 2018, la UNESCO aprobó una resolución declarando que la Cueva de los Patriarcas en Hebrón y la Tumba de Raquel en Belén son “parte integral del territorio palestino ocupado.”
Las resoluciones anteriores se referían al Estado judío como “la potencia ocupante” en Jerusalén. Otra declaró la Ciudad Vieja de Hebrón “Patrimonio de la Humanidad palestino”.
En 2016, la UNESCO aprobó resoluciones declarando que Israel no tiene derechos sobre Jerusalén, y describiendo el Monte del Templo y la Ciudad Vieja de Jerusalén como lugares sagrados musulmanes.
La administración Trump se retiró de la UNESCO en 2017, citando su sesgo anti-israelí. Israel se retiró de la UNESCO en 2019.
La administración Biden revocó la decisión de Trump y se reincorporó a la UNESCO en julio de este año.