El enviado de Israel en la ONU ha instado al organismo mundial a negar al iraní Ebrahim Raisi una plataforma con la que dirigirse a la próxima Asamblea General, un día después de que el presidente iraní pusiera en duda el Holocausto y calificara a Israel de “régimen falso” en una entrevista en el programa 60 Minutes de la CBS.
“Impactante escuchar las declaraciones del presidente iraní Raisi poniendo en duda si el Holocausto ocurrió. Pido a @antonioguterres que le niegue a ese negador un escenario mundial para difundir el antisemitismo y el odio”, tuiteó el embajador Gilad Erdan.
“La ONU alcanzará un nuevo punto bajo si le dan una plataforma al carnicero de Teherán”, añadió.
El apodo de “El carnicero de Teherán” surgió por el papel que Raisi ha desempeñado en la ejecución de miles de presos políticos a finales de la década de 1980, por lo que Estados Unidos lo sancionó.
El domingo por la noche, un día antes de su viaje a Nueva York, la CBS emitió la primera entrevista de Raisi con un periodista occidental, Lesley Stahl, de 60 Minutes.
Stahl preguntó a Raisi: “¿Cree usted que el Holocausto ocurrió? ¿Que 6 millones de judíos fueron masacrados?”.
Raisi respondió: “Los hechos históricos deben ser investigados por investigadores e historiadores. Hay algunos indicios de que ocurrió. Si es así, deberían permitir que se investigue y se investigue”.
Stahl dijo entonces: “Así que no estás seguro, entiendo que no estás seguro. ¿Qué pasa con el derecho de Israel a existir?”. Raisi no discutió.
Raisi continuó arremetiendo contra Israel, al que calificó de “falso régimen”, y contra el apoyo de Estados Unidos a este país.
“Los estadounidenses están apoyando a este falso régimen allí para que eche raíces y se establezca allí”, dijo.
Preguntado por los Acuerdos de Abraham, negociados por Trump, en los que varias naciones árabes normalizaron sus lazos con Israel, el presidente iraní respondió:
Si un Estado le da la mano al régimen sionista, entonces también es cómplice de sus crímenes. Y están apuñalando la idea misma de Palestina por la espalda.
El año pasado, la Unión Europea envió a un alto representante para que asistiera a la investidura presidencial de Raisi, lo que provocó una protesta en Israel.