Israel protestó el lunes por el hecho de que las Naciones Unidas hayan decidido celebrar el 74º aniversario de la histórica votación sobre el plan de partición, que preveía un Estado judío junto a otro árabe en el Mandato Británico de Palestina, con un acto de solidaridad con los palestinos.
El embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan, calificó de “indignante” la decisión de celebrar un acto en la Asamblea General destinado a reforzar el “derecho al retorno” palestino en este día.
El 29 de noviembre de 1947, la Asamblea General de la ONU votó para reconocer el establecimiento de un Estado judío en partes del Mandato. Los judíos aceptaron con júbilo el plan, mientras que los palestinos y los estados árabes vecinos lo rechazaron y lanzaron lo que sería la Guerra de la Independencia de Israel.
“El 29 de noviembre, hace exactamente 74 años, la ONU reconoció el derecho del pueblo judío a un Estado. Los judíos e Israel aceptaron este plan de partición y los palestinos y los países árabes lo rechazaron e intentaron destruirnos”, dijo Erdan.
“Los palestinos y los países árabes no solo atacaron a Israel, el Estado judío, sino que también persiguieron, masacraron y, en última instancia, expulsaron a las comunidades judías de sus propios países”, manifestó Erdan, acusando a la comunidad internacional de ignorar estos hechos y centrarse únicamente en los palestinos.
“En cambio, la ONU tiene la audacia de celebrar un acto de solidaridad con los palestinos en el aniversario de la decisión de los propios palestinos de elegir la violencia. Y en el día en que los palestinos eligieron la violencia, la ONU también se atreve a avanzar, se atreve a avanzar, la escandalosa y falsa «demanda de retorno», una demanda que llevaría a la destrucción total del estado judío”, expresó.
El “derecho al retorno” es uno de los principales temas de disputa en el conflicto palestino-israelí. Los palestinos afirman que cinco millones de personas —decenas de miles de refugiados originales de lo que hoy es Israel, y sus millones de descendientes— tienen “derecho al retorno”.
Israel rechaza la demanda, diciendo que representa un intento de los palestinos de destruir Israel por el peso de los números. La población de Israel es de casi nueve millones de habitantes, de los cuales unas tres cuartas partes son judíos. Una afluencia de millones significaría que Israel dejaría de ser un Estado de mayoría judía.
Para poner de relieve los problemas, la misión de Israel ante la ONU lanzó el lunes una campaña junto con el Congreso Judío Mundial en la que circularán camiones por Nueva York con el mensaje “No borres la historia judía”.
Erdan quiere destacar especialmente la situación de los cientos de miles de judíos que fueron expulsados de tierras árabes tras la creación del Estado de Israel y la confiscación de sus propiedades.
“Al avanzar y amplificar por un lado la falsa y peligrosa narrativa de los palestinos y silenciar, acallar las verdaderas historias, las trágicas historias de los refugiados judíos que fueron expulsados de los países árabes y de Irán, la ONU está borrando la historia judía y distorsionando la verdad y nunca permitiremos que esto ocurra”, dijo Erdan.