Una alta funcionaria de las Naciones Unidas denunció el plan del Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de aplicar la soberanía israelí sobre partes de Judea y Samaria este verano, calificando la medida de “ilegal”, y advirtiendo que podría desencadenar una nueva ola de violencia en la región.
Michelle Bachelet, la expresidenta chilena que ha servido como Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos desde el 2018, calificó el plan de soberanía de Israel como una acción “ilegal”.
“La soberanía es ilegal. Punto”, declaró Bachelet en un comunicado.
Cualquier “anexión”. Ya sea del 30% de Judea y Samaria, o del 5%, continuó Bachelet, instando a Israel a “escuchar a sus propios ex altos funcionarios y generales, así como a la multitud de voces de todo el mundo, advirtiéndole que no proceda por este peligroso camino”.
“Me preocupa profundamente que incluso la forma más minimalista de aplicación de soberanía conduzca a un aumento de la violencia y la pérdida de vidas, a medida que se levantan muros, se despliegan las fuerzas de seguridad y se acercan las dos poblaciones”.
“Las ondas expansivas del plan durarán décadas, y serán extremadamente perjudiciales para Israel, así como a los palestinos”.
“Las consecuencias precisas de este plan no pueden predecirse. Pero es probable que sean desastrosas para los palestinos, para el propio Israel y para la región en general”.
Se espera que Netanyahu lleve su plan de soberanía a su gobierno en algún momento después del primero de julio.
Un equipo conjunto de cartografía de los Estados Unidos e Israel está trabajando para delinear las áreas que se pondrán bajo la soberanía israelí, con el objetivo de conseguir un acuerdo que asegure el reconocimiento de los Estados Unidos para el movimiento.
Mientras que las versiones anteriores del plan habrían aplicado la ley israelí a más del 30% de Judea y Samaria, informes recientes sugieren que se está considerando un plan de soberanía más limitado.