La Asamblea general de las Naciones Unidas aprobó de manera abrumadora una declaración que establece “medidas concretas, con plazos definidos e irreversibles” para avanzar hacia una solución de dos Estados entre Israel y los palestinos, sin la participación de Hamás.
Ciento cuarenta y dos países votaron a favor de la resolución no vinculante que consagra la Declaración de Nueva York, la cual también exige a Hamás la liberación de todos los rehenes y condena el ataque perpetrado por el grupo terrorista el 7 de octubre.
Junto con Israel y Estados Unidos, se opusieron a la resolución Argentina, Hungría, Micronesia, Nauru, Palaos, Papúa Nueva Guinea, Paraguay y Tonga. Doce países optaron por abstenerse.
La declaración solicita, además, “una acción colectiva para poner fin a la guerra en Gaza y alcanzar un arreglo justo, pacífico y duradero de la guerra israelí-palestino, basado en la implementación efectiva de la solución de dos Estados”.
Respaldada por la Liga Árabe y cofirmada en julio por 17 Estados miembros de la ONU, incluidos varios países árabes, la declaración va más allá de la condena a Hamás, al buscar su completa exclusión del liderazgo en Gaza.
“En el contexto de poner fin a la guerra en Gaza, Hamás debe cesar su gobierno en la Franja y entregar sus armas a la Autoridad Palestina, con participación y apoyo internacional, conforme al objetivo de un Estado palestino soberano e independiente”, establece el texto.
La votación antecede a la cumbre de la ONU que se celebrará el 22 de septiembre en Nueva York, bajo la copresidencia de Riad y París, en la que el presidente francés, Emmanuel Macron, ha prometido reconocer formalmente al Estado palestino. Varios otros países han hecho compromisos similares. Israel ha calificado la prevista declaración de reconocimiento del Estado palestino como un “premio al terrorismo”.