Entre 2016 y 2020, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha canalizado al menos 40 millones de dólares a ONG radicales de la Autoridad Palestina (AP) que tienen vínculos con organizaciones terroristas y promueven el BDS, según revela un nuevo informe del grupo de vigilancia sionista Im Tirtzu.
El informe, que estudió 19 ONG de la AP que reciben financiación de la ONU, reveló que casi todas ellas apoyan el BDS y ocho de ellas tienen vínculos con grupos terroristas como Hamás o el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP).
Algunas de las ONG vinculadas al terrorismo que se mencionan en el informe son la Unión de Comités de Trabajo Agrícola y la Unión de Comités de Trabajo Sanitario, que han sido identificadas por la USAID como los respectivos brazos agrícola y sanitario del FPLP, y el Centro Palestino de Derechos Humanos, que tiene vínculos con Hamás y el FPLP, según el Ministerio de Asuntos Estratégicos de Israel.
“Como ocurre con la mayoría de las ONG rabiosamente antiisraelíes, sus nombres son inocuos y engañan a la gente haciéndole creer que promueven los derechos humanos, pero en realidad trafican con programas antiisraelíes malintencionados”, dijo Eytan Meir, director de relaciones exteriores y desarrollo de Im Tirtzu.
El informe señala además que la ONU no es del todo transparente en sus informes. Los informes de la ONU “suelen omitir a los ‘socios ejecutores’ que reciben la financiación para llevar a cabo los programas. Esto crea una situación en la que se desconocen millones de dólares de financiación”, afirmó Im Tirtzu.
El informe también destacó el papel desproporcionado de Estados Unidos en la financiación de la ONU, señalando que este país financia el 22% del presupuesto básico de la ONU y el 25% de su presupuesto para el mantenimiento de la paz.
“El apoyo al terrorismo y al BDS se opone directamente a los valores y deseos de Estados Unidos”, señala el informe. “En julio de 2019, la Cámara de Representantes de los Estados Unidos aprobó una resolución anti-BDS por una abrumadora mayoría y, hasta la fecha, más de 30 estados han aprobado leyes anti-BDS”.
Como solución, Im Tirtzu abogó por una mayor transparencia y la aprobación de una Ley Taylor Force equivalente a la de la ONU.
La Ley Taylor Force, promulgada por el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en marzo de 2018, exige que Estados Unidos detenga su ayuda a la Autoridad Palestina mientras siga pagando estipendios a personas o familias de personas que cometieron actos de terror.
“Se puede implementar una ley similar en lo que respecta a la ONU”, declaró Im Tirtzu, “que estipularía que Estados Unidos detendrá su ayuda a la ONU mientras siga financiando organizaciones de propaganda que tengan vínculos con grupos terroristas, promuevan el BDS y presionen a los organismos internacionales contra Israel.”
“Dicha ley obligaría a la ONU a cortar su financiación de estas organizaciones por miedo a perder la financiación de EE.UU., su mayor donante”.