El coordinador especial de la ONU para el Líbano y el jefe de la fuerza de mantenimiento de la paz desplegada a lo largo de la frontera con Israel dicen que una solución negociada es la única manera de restablecer la estabilidad y que el momento de actuar es ahora.
La declaración de Jeanine Hennis-Plasschaert y el teniente general Aroldo Lázaro, de la fuerza de paz de la ONU conocida como UNIFIL, se produce en el primer aniversario del inicio de los ataques del grupo libanés Hezbolá contra ciudades y puestos militares israelíes, en lo que dijo fue una muestra de apoyo a sus aliados terroristas de Hamás en la Franja de Gaza.
En las últimas semanas, los intercambios a lo largo de la frontera se han ampliado a ataques aéreos israelíes y ataques con misiles de Hezbolá que están golpeando más profundamente al interior de ambos países.
Plasschaert y Lázaro dicen que los ataques de Hezbolá a partir del 8 de octubre de 2023 violan la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que puso fin a la guerra de 34 días entre Israel y Hezbolá en 2006.
Los ataques significaron que unos 60.000 residentes de las ciudades fronterizas del norte de Israel fueron evacuados y no han podido regresar a sus hogares durante un año.
“Se han perdido, desarraigado y devastado demasiadas vidas, mientras que los civiles de ambos lados de la Línea Azul carecen de seguridad y estabilidad”, dice el comunicado refiriéndose a la línea fronteriza.
“Hoy, un año después, los intercambios de fuego casi diarios han escalado hasta convertirse en una campaña militar implacable cuyo impacto humanitario es nada menos que catastrófico”, afirma la declaración.
Advierte además que más violencia y destrucción no resolverán los problemas subyacentes ni harán que nadie esté más seguro a largo plazo.
“Una solución negociada es la única vía para restablecer la seguridad y la estabilidad que los civiles de ambos lados desean y merecen tan desesperadamente”, dice la declaración. “Ahora es el momento de actuar en consecuencia”.