El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas podría someter a votación este martes una propuesta presentada por Argelia, que busca que el órgano de 15 miembros demande un alto el fuego inmediato en la guerra entre Israel y Hamás, según informaciones proporcionadas por diplomáticos.
La iniciativa de Argelia, que fue introducida inicialmente hace más de dos semanas, ha generado reacciones mixtas, en particular de Estados Unidos, cuya embajadora ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, ha expresado preocupaciones de que el proyecto de resolución podría comprometer las “delicadas negociaciones” en curso para alcanzar una pausa en las hostilidades.
La solicitud de Argelia para que se lleve a cabo la votación el martes ha sido confirmada por fuentes diplomáticas. Para que la resolución sea aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU, es necesario obtener al menos nueve votos a favor y evitar el veto de cualquiera de los miembros permanentes, que incluyen a Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, China y Rusia.
“Estados Unidos no apoya la adopción de este proyecto de resolución. Si se somete a votación tal y como está redactado, no será adoptado”, declaró Thomas-Greenfield en un comunicado emitido el sábado.
Desde el comienzo de la guerra, Estados Unidos ha ejercido su derecho a veto en dos ocasiones para bloquear acciones del Consejo contra Israel, especialmente tras el ataque de Hamás el 7 de octubre, que resultó en la muerte de 1.200 personas y la captura de 253 rehenes en el sur de Israel.
Sin embargo, Washington se ha abstenido en otras dos votaciones, permitiendo así la aprobación de resoluciones que buscan incrementar la asistencia humanitaria a Gaza y solicitar pausas humanitarias en el conflicto.
Actualmente, Estados Unidos, junto con Egipto, Israel y Qatar, participa en negociaciones para lograr una pausa en el conflicto y la liberación de los rehenes capturados por Hamás.
“Es fundamental que las demás partes den a este proceso las máximas posibilidades de éxito, en lugar de impulsar medidas que lo pongan en peligro, así como la oportunidad de una resolución duradera de las hostilidades”, enfatizó Thomas-Greenfield, destacando la importancia de apoyar esfuerzos que conduzcan a una solución pacífica y duradera del conflicto.