Miles de palestinos en Jerusalén Oriental perderán acceso a servicios básicos como educación y salud tras la entrada en vigor de una prohibición israelí contra la agencia de la ONU UNRWA este jueves. La medida, aprobada en noviembre con amplio respaldo político, incluye la suspensión de actividades de la agencia en territorio que Israel considera bajo su soberanía, incluyendo Jerusalén Oriental.
La decisión, justificada por denuncias de vínculos de empleados de UNRWA con grupos terroristas y el uso de su infraestructura para actividades hostiles, también prohíbe a las agencias israelíes cualquier relación con la organización. Esto complica de manera significativa su funcionamiento, incluso en Gaza, donde presta asistencia esencial.
En el barrio Sheikh Jarrah, trabajadores de UNRWA recogían materiales y vaciaban oficinas. “Esta decisión es inaceptable”, afirmó Jonathan Fowler, portavoz de la agencia, que gestiona escuelas y clínicas para miles de refugiados palestinos desde hace décadas.
El gobierno israelí no ha comunicado planes concretos para sustituir los servicios que UNRWA ofrecía. La oficina del primer ministro no respondió de inmediato a solicitudes de comentario. La mayoría de los palestinos en Jerusalén Oriental, aunque tienen la opción de solicitar la ciudadanía israelí, no lo han hecho y enfrentan rechazos frecuentes cuando lo intentan.
Para muchos, el cierre de las instalaciones es devastador. Sara Saeed, usuaria de un centro médico en la Ciudad Vieja, expresó su preocupación por la falta de acceso a medicamentos y servicios esenciales para quienes no pueden costearlos. El centro, que atiende a 30.000 refugiados, ofrece servicios clave como control de enfermedades crónicas, vacunas infantiles y atención a mujeres embarazadas, explicó su director Hamza Al Jibrini.
La UNRWA, establecida en 1949 tras la guerra de independencia de Israel, asiste a millones de palestinos en Gaza, Judea y Samaria, Siria, Líbano y Jordania. Actualmente, 5,9 millones de personas están registradas como refugiados palestinos, según la definición que aplica la agencia, un criterio que Israel considera perpetuador de la guerra.
A diferencia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, que atiende a desplazados de todo el mundo, la UNRWA se dedica exclusivamente a los palestinos, lo que ha generado críticas de Israel hacia su mandato y estructura.