Rafael Grossi, director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), informó a CNN que existen evidencias de impactos en la instalación nuclear de Fordo tras los ataques aéreos estadounidenses ocurridos durante la noche. Sin embargo, precisó que la evaluación del daño en las estructuras subterráneas resulta imposible por el momento.
“Nadie puede determinar con exactitud la magnitud de los daños”, afirmó Grossi. Además, señaló que las alteraciones observadas en la configuración de los sitios sugieren la posibilidad de daños considerables en la infraestructura.
En relación con la planta de Natanz, Grossi confirmó que las instalaciones en la superficie quedaron “totalmente destruidas”. Las salas subterráneas, por su parte, enfrentaron severos deterioros debido a interrupciones en el suministro eléctrico causadas por los ataques israelíes.
La instalación de Isfahán también registró “daños muy significativos”, según el director del OIEA.
Respecto a Fordo, Grossi aclaró que los cortes de energía no afectarían su funcionamiento, ya que la planta cuenta con fuentes internas de electricidad de emergencia.
El jefe del OIEA destacó que no existen pruebas que indiquen que Irán posea un programa activo para desarrollar armas nucleares.