El jefe del organismo de control atómico de la ONU advirtió que un ataque israelí contra la planta nuclear de Bushehr, en el sur de Irán, podría desencadenar un desastre regional, y agregó que aún no se ha detectado radiación en la guerra.
“Los países de la región se han puesto en contacto conmigo directamente en las últimas horas para expresar sus preocupaciones, y quiero dejar absoluta y completamente claro que, en caso de un ataque a la planta de energía nuclear de Bushehr, un impacto directo resultaría en una liberación muy alta de radiactividad”, dijo Rafael Grossi al Consejo de Seguridad de la ONU.