NACIONES UNIDAS, Estados Unidos – El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, renovó el viernes su llamado a un cese al fuego global, instando a todas las partes en conflicto a deponer las armas y permitir que las naciones devastadas por la guerra combatan la pandemia del coronavirus.
“Lo peor está por venir”, dijo Guterres, refiriéndose a los países acosados por los combates como Siria, Libia y Yemen.
“La tormenta del COVID-19 está llegando ahora a todos estos escenarios de conflicto”.
Guterres dijo que ha habido algún progreso después de su llamamiento a la paz del 23 de marzo, pero que los combates todavía continúan en varios países, lo que obstaculiza la capacidad de poner en marcha planes para combatir el virus.
“La necesidad es urgente”, dijo Guterres en una conferencia de prensa de la ONU.
“El virus ha demostrado lo rápido que puede desplazarse a través de las fronteras, devastar países y acabar con vidas”.
Dijo que las partes en conflicto en varios países, incluyendo Camerún, la República Centroafricana, Colombia, Libia, Myanmar, Filipinas, el sur de Sudán, Sudán, Siria, Ucrania y Yemen, han expresado su apoyo a su llamamiento.
“Pero hay una enorme distancia entre las declaraciones y los hechos, entre traducir las palabras en paz sobre el terreno y en la vida de las personas”, dijo Guterres.
“En muchas de las situaciones más críticas, no hemos visto ninguna disminución en la lucha, y algunos conflictos incluso se han intensificado”.
Al tiempo que expresó su gratitud por el apoyo a su anterior llamamiento a unos 70 países, grupos de ONG y líderes religiosos de todo el mundo, incluido el Papa Francisco, Guterres dijo que era necesario realizar un trabajo más concreto.
“Necesitamos esfuerzos diplomáticos sólidos para hacer frente a estos desafíos. Para silenciar las armas, debemos levantar las voces por la paz”, dijo.
Guterres no mencionó el Consejo de Seguridad de la ONU, donde las divisiones entre Estados Unidos y China han bloqueado la acción.
Desde el comienzo de la pandemia mundial, el Consejo de Seguridad no se ha reunido ni una sola vez en COVID-19, sin hacer ninguna declaración o resolución conjunta.
El jueves, la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución en la que se pedía cooperación internacional y “multilateralismo” para hacer frente al virus, que ha infectado a más de un millón de personas en todo el mundo y ha matado a más de 50.000.
Guterres hizo un llamamiento a los países desarrollados y a las instituciones multilaterales para que hagan más por ayudar a los países más pobres a enfrentarse a la pandemia.
“Actuar pronto en vez de tarde es esencial… Esto es particularmente cierto en el mundo en desarrollo”, dijo.
Guterres señaló que el alto el fuego en Idlib (Siria) se está manteniendo, pero dijo que debe ampliarse a todo el país para permitir que se hagan todos los esfuerzos necesarios para frenar la propagación del coronavirus.
Sin embargo, señaló que las expresiones de apoyo a la cesación del fuego por parte de las diferentes facciones que luchan en Libia no han puesto fin a la violencia.
“Esta guerra no permite ahora que la respuesta a COVID-19 tenga lugar”, dijo.
“Este es el momento de parar. No es moralmente aceptable continuar con este conflicto”.