El martes, los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas hicieron retroceder el plan de paz del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, pidiendo la reanudación de las conversaciones entre israelíes y palestinos basadas en las líneas anteriores a 1967, aunque alabaron los acuerdos de normalización que él negoció entre Israel, los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin.
“Seguimos convencidos de que no se puede alcanzar una paz, seguridad y estabilidad sostenibles en Medio Oriente sin una solución justa, duradera e integral al conflicto israelo-palestino, de acuerdo con el derecho internacional y las resoluciones pertinentes de la ONU”, mencionaron cuatro naciones de la Unión Europea que también son miembros del Consejo de Seguridad de la ONU. Bélgica, Estonia, Francia y Alemania emitieron la declaración justo después de la reunión mensual del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el conflicto israelo-palestino. Noruega e Irlanda, miembros entrantes del consejo a partir de enero de 2021, ambas naciones de la UE, apoyaron también la declaración.
“La solución de dos Estados, con Jerusalén como la futura capital de ambos Estados, es la única manera de asegurar una paz y estabilidad sostenible en la región”, señalaron las seis naciones de la UE.
En la Asamblea General de la ONU el martes, el primer ministro Benjamin Netanyahu pidió a los palestinos que reanuden las negociaciones sobre la base del plan de paz de Trump, que rechaza las líneas anteriores a 1967. En cambio, prevé el eventual plan israelí del 30% de Judea y Samaria y reconoce la soberanía israelí sobre la mayoría de Jerusalén.
Sin embargo, muchos de los 15 miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas indicaron que las líneas anteriores a 1967 todavía estaban en juego.
En la reunión de Nueva York, Rusia dijo: “Hubo un entendimiento de que una solución justa al problema palestino dentro del marco legal internacionalmente reconocido (aprobado por la ONU, incluyendo sus resoluciones, la iniciativa de paz árabe, y el fundamental ‘principio de los dos estados’) debe ser un componente inalienable de un acuerdo de paz”.
China elogió el llamado del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, para que se celebre una conferencia internacional convocada por la ONU a principios de 2021 para reanudar las conversaciones con Israel, basándose en las líneas anteriores a 1967.
Alemania mencionó al Consejo de Seguridad de la ONU que había celebrado una reunión ministerial de asuntos exteriores con Francia, Egipto y Jordania en Amman a principios de este mes que afirmó la Iniciativa de Paz Árabe de 2002 y las líneas anteriores a 1967 como la base para una resolución de dos Estados al conflicto.
Añadió que apoyaba los llamados de Abbas para que se celebrara una conferencia internacional auspiciada por las Naciones Unidas para relanzar las conversaciones entre israelíes y palestinos y que estaría “dispuesto a participar” en ese evento.
Tanto en su declaración ante el Consejo de Seguridad de la ONU como en la declaración de las seis naciones de la UE, Alemania exigió que Israel deseche cualquier plan de expandirse en partes de Judea y Samaria y cese las actividades de asentamiento y la demolición de las estructuras ilegales palestinas.
“El compromiso de Israel de suspender los planes de aplicar su soberanía unilateralmente áreas del territorio palestino ocupado es un paso positivo y debería convertirse en permanente”, informaron los seis miembros de la Unión Europea del UNSC.
“Pedimos a Israel que cese inmediatamente las demoliciones ilegales y que detenga la continua expansión de los poblados, incluyendo el este de Jerusalén, especialmente en zonas sensibles como Har Homa, Givat Hamatos y E1”, manifestaron los seis países de la UE.
Rusia declaró: “Reiteramos el llamado a abandonar las acciones de provocación y las medidas unilaterales. En primer lugar, los planes de soberanía deben ser cancelados, Israel debe detener sus actividades de asentamiento en Judea y Samaria y la política de demolición de propiedades palestinas”.
Durante la reunión, el Coordinador Especial de las Naciones Unidas para el Proceso de Paz de Medio Oriente, Nickolay Mladenov, dijo igualmente que la suspensión de los planes de anexión “eliminaba una amenaza crítica que tenía el potencial de alterar la paz y la estabilidad regional”.
Durante la reunión, Mladenov entregó su informe trimestral sobre la Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de la ONU que exigía a Israel detener toda su actividad en las líneas anteriores a 1967. Confirmó que no hubo planificación de poblados durante el período de su informe, que se centró en la actividad del 5 de junio al 20 de setiembre de este año.
“Durante este período y el anterior, no se adelantaron, aprobaron o licitaron planes de vivienda en los poblados de la Zona C”, añadió Mladenov.
Todos los poblados israelíes están situados en la Zona C, que está bajo el dominio militar y civil israelí. Los palestinos, con el apoyo internacional, sostienen que esta zona debería formar parte de su futuro Estado.
Mladenov expresó al UNSC que a pesar de la falta de actividad de planificación de pueblos, la amenaza “a la viabilidad de una solución de dos Estados planteada por la continua expansión de los poblados y las demoliciones permanece”.
Señaló que le preocupaban especialmente los debates celebrados en el Comité de Relaciones Exteriores y Defensa de la Knesset en los últimos meses, en los que se apoyaba la demolición de estructuras palestinas ilegales y el fortalecimiento del control de Israel sobre la Zona C de Judea y Samaria.
“Me preocupan las recientes discusiones en la Knesset israelí que demuestran la intensificación de la presión del gobierno israelí contra los palestinos que viven en la Zona C”, agregó Mladenov.
Las demoliciones e incautaciones israelíes de estructuras de propiedad palestina en Judea y Samaria y el este de Jerusalén alcanzaron un máximo de cuatro años, afirmó el coordinador especial.
“Citando la ausencia de permisos de construcción emitidos por Israel, que siguen siendo casi imposibles de obtener para los palestinos, se incautaron o demolieron 250 estructuras, lo que provocó el desplazamiento de 360 palestinos, incluidos 179 niños y 87 mujeres”, reafirmó.
“De las estructuras demolidas, 181 estaban en la Zona C y 69 en el este de Jerusalén. En 32 casos, los palestinos se vieron obligados a demoler sus propias casas para no incurrir en los pesados gastos de demolición israelíes. Se demolieron también instalaciones sanitarias y de agua, así como estructuras agrícolas, lo que afectó a los servicios y los medios de vida de hasta dos mil palestinos”, añadió.
Mladenov acogió con satisfacción los acuerdos de normalización firmados a principios de mes en Washington entre Israel y dos Estados árabes, los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin.
“El secretario general de la ONU espera que estos acontecimientos animen a los líderes palestinos e israelíes a volver a entablar negociaciones significativas hacia una solución de dos Estados y que creen oportunidades para la cooperación regional”, explicó.
Mladenov sostuvo que se sintió alentado por una reunión de los ministros de Relaciones Exteriores de Jordania, Egipto, Alemania y Francia en Ammán, en la que se habló de la necesidad de reanudar las conversaciones entre israelíes y palestinos sobre la base de las líneas anteriores a 1967.
“Reitero el llamado del Secretario General a los miembros del Cuarteto para Medio Oriente, a los principales asociados árabes y a los dirigentes israelíes y palestinos para que reanuden y refuercen urgentemente los esfuerzos para promover el objetivo de una solución negociada de dos Estados antes de que sea demasiado tarde”, añadió.
En la reunión del CSNU, el coordinador político de la misión estadounidense, Rodney Hunter, pidió a otros Estados miembros del CSNU y a los palestinos que apoyen los esfuerzos regionales de su país para la construcción de la paz con Israel, conocidos como el Acuerdo de Abraham.
“Ahora hacemos un llamado a los líderes palestinos, que le deben a su pueblo el rechazo de la violencia, para que aprovechen las oportunidades de una paz más amplia que ofrece el Acuerdo de Abraham, y para que trabajen con Israel para resolver sus problemas de larga data”, manifestó Hunter.
El miércoles, los Estados Unidos y los Emiratos Árabes Unidos serán los anfitriones de una reunión informativa con los Estados miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para discutir los acuerdos de paz.
“Esta reunión informativa proporcionará la oportunidad de una discusión franca sobre cómo estos acuerdos podrían servir como un trampolín para romper el punto muerto en el conflicto israelo-palestino”, agregó Hunter.
“Animamos a los miembros del Consejo de Seguridad a que aprovechen las oportunidades que ofrece el Acuerdo de Abraham, y esperamos que se unan a nosotros para apoyar públicamente estos avances históricos”.