NACIONES UNIDAS – Un comité de derechos humanos de la ONU aprobó una resolución el jueves instando a Irán a detener su uso generalizado de la detención arbitraria y expresando su seria preocupación por su uso «alarmantemente alto» de la pena de muerte.
El Comité de Derechos Humanos de la Asamblea General aprobó la resolución por un voto de 85-30, con 68 abstenciones. Es prácticamente seguro que sea aprobado por el organismo mundial de 193 miembros el próximo mes.
La resolución «insta firmemente» a Irán a eliminar la discriminación contra las mujeres en la ley y en la práctica, además expresa «una seria preocupación por las continuas limitaciones y restricciones al derecho a la libertad de pensamiento, conciencia, religión o creencia».
Señala violaciones que incluyen el hostigamiento, la intimidación y la persecución contra las minorías religiosas, incluidos los cristianos, los derviches de Gonabadi, los judíos, los musulmanes sufíes, los musulmanes sunitas, los yarsanis, los zoroastrianos y los miembros de la fe bahá’í.
La resolución de la ONU, patrocinada por Canadá, también pide a Irán que ponga fin a las «restricciones graves y generalizadas», incluida la libertad de reunión de los opositores políticos, defensores de los derechos humanos, líderes laborales, ambientalistas, académicos, cineastas, periodistas, blogueros, usuarios de redes sociales y otros.
Si bien la resolución acoge con satisfacción la eliminación de la pena de muerte para algunos delitos relacionados con las drogas, expresa su seria preocupación por la «alarmantemente alta frecuencia» del uso de la pena de muerte por parte de Irán, incluso contra menores.
El embajador de Irán ante la ONU, Eshagh Al Habib, rechazó la resolución como una «farsa política», diciendo que promover los derechos humanos de los iraníes «no es simplemente una responsabilidad legal y moral, sino un requisito fundamental de la seguridad nacional».
«Al igual que en cualquier otro país, pueden existir deficiencias y estamos decididos a abordarlas», dijo. «Sin embargo, no es para quienes tradicionalmente, históricamente y prácticamente apoyaron el colonialismo, la esclavitud, el racismo y el apartheid para dar conferencias a los iraníes sobre los derechos humanos».
Aludiendo al patrocinador de la resolución y a más de 30 copatrocinadores, incluido Estados Unidos, Al Habib dijo que los recortes amenazadores en los fondos financieros y de desarrollo para obtener votos «ponen de manifiesto la deshonestidad de estos defensores de los derechos humanos».
El embajador Abdallah Al-Mouallimi de Arabia Saudita, un rival regional de Irán, dijo: «el pueblo iraní sigue sufriendo bajo un régimen que no respeta los derechos humanos, que niega las libertades, que persigue a las minorías religiosas y raciales». Llamó a Irán a No «dar cobijo a los terroristas».