GINEBRA, Suiza – Los niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera, el principal impulsor del cambio climático, alcanzaron un máximo histórico el año pasado, dijo el lunes la ONU, pidiendo que se tomen medidas para salvaguardar “el bienestar futuro de la humanidad”.
“No hay señales de una desaceleración, y mucho menos de una disminución, de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera a pesar de todos los compromisos asumidos en el marco del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático”, dijo el jefe de la Organización Meteorológica Mundial, Petteri Taalas, en un comunicado.
El principal Boletín anual de la OMM sobre gases de efecto invernadero enumeraba la concentración atmosférica de CO₂ en 2018 en 407.8 partes por millón, frente a las 405.5 partes por millón (ppm) de 2017.
Ese aumento se situó justo por encima del aumento medio anual del último decenio.
Las concentraciones de los otros dos principales gases de efecto invernadero, el metano y el óxido nitroso, también alcanzaron niveles récord en 2018, dijo la OMM.
“Esta tendencia continua a largo plazo significa que las generaciones futuras se enfrentarán a los efectos cada vez más graves del cambio climático, como el aumento de las temperaturas, la intensificación de las condiciones meteorológicas, el estrés hídrico, el aumento del nivel del mar y la perturbación de los ecosistemas marinos y terrestres”, dijo la OMM.
Las emisiones son el principal factor que determina la cantidad de niveles de gases de efecto invernadero, pero las tasas de concentración son una medida de lo que queda después de una serie de complejas interacciones entre la atmósfera, la biosfera, la litosfera, la criosfera y los océanos.
Aproximadamente el 25 por ciento de todas las emisiones son absorbidas actualmente por los océanos y la biosfera, término que engloba todos los ecosistemas de la Tierra.
La litosfera es la parte sólida y externa de la Tierra, mientras que la criosfera cubre esa parte del mundo cubierta por agua congelada.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU ha dicho que, para mantener el calentamiento por debajo de 1.5 grados centígrados, las emisiones netas deben ser nulas, lo que significa que la cantidad que se bombea a la atmósfera debe ser igual a la cantidad que se elimina, ya sea por absorción natural o por innovación tecnológica.