El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, exigió el viernes una investigación para identificar a los responsables de una serie de presuntos ataques a petroleros en el Golfo Pérsico que han suscitado temores de guerra entre Estados Unidos e Irán.
Después de que Estados Unidos acusara a Irán de cometer actos terroristas y Teherán rechazara las acusaciones, el jefe de la ONU sugirió que una organización independiente podría intervenir para verificar los hechos.
“Es muy importante saber la verdad. Es muy importante que se aclaren las responsabilidades”, dijo Guterres a los periodistas, informó AFP.
“Obviamente, esto solo es posible si existe un organismo independiente que verifique estos hechos”, agregó.
Sin embargo, Guterres dijo que no tenía autoridad para llevar a cabo una investigación de este tipo, y añadió que se trataba de un asunto que correspondía al Consejo de Seguridad.
Sus comentarios siguieron al ataque del jueves a los petroleros de Japón y Noruega en el Golfo de Omán, después de pasar por el Estrecho de Ormuz, a unas 25 millas náuticas de la costa sur de Irán.
El ataque del jueves siguió al ataque a cuatro petroleros frente a las costas de los Emiratos Árabes Unidos el 12 de mayo. Dos de los barcos atacados eran petroleros saudíes con destino a los Estados Unidos.
Mike Pompeo, Secretario de Estado de Estados Unidos, acusó a Irán de participar en los ataques terroristas en el Golfo de Omán.
“La evaluación de Estados Unidos es que la República Islámica de Irán es responsable de estos ataques”, dijo Pompeo a los periodistas, y añadió: “Esto se basa en la inteligencia, el nivel de armamento utilizado, el nivel de conocimientos necesarios para llevar a cabo la operación, los recientes ataques similares de Irán contra barcos y el hecho de que ningún grupo proxy que opera en la zona tiene los recursos y las habilidades para llevar a cabo actividades tan complejas”.
Más tarde, el Comando Central de Estados Unidos publicó un vídeo de una tripulación de una patrullera iraní que arrojaba el objeto desde el casco de un tanque japonés.
Irán ha negado categóricamente su participación en el ataque.
Estos dos ataques se produjeron tras las reiteradas amenazas iraníes de cerrar el estratégico Estrecho de Ormuz, situado en la desembocadura del Golfo Pérsico y a través del cual pasa cerca de un tercio de todo el petróleo vendido en el mar.
En los últimos años, ha habido varios enfrentamientos entre barcos iraníes y americanos en la región.
A finales del año pasado, un comandante de la Guardia Revolucionaria iraní amenazó a las bases estadounidenses en Afganistán, los Emiratos Árabes Unidos y Qatar, así como a los portaaviones estadounidenses en el Golfo Pérsico. Según él, estas bases están dentro del alcance de los misiles iraníes, que tienen un alcance de 700 km (450 millas).