Las Naciones Unidas dijeron que el número de personas que padecen hambre en el mundo crecieron en 10 millones el año pasado y advirtieron que la pandemia de coronavirus podría empujar hasta 130 millones de personas más al hambre crónica este año.
La sombría evaluación se incluyó en la última edición del Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo, un informe anual que fue publicado el lunes por las cinco agencias de la ONU que lo produjeron.
Las proyecciones preliminares basadas en las perspectivas económicas mundiales disponibles sugieren que la pandemia “puede añadir entre 83 (millones) y 132 millones de personas más a las filas de los desnutridos en 2020”, según el informe.
También agrava la situación lo que los autores del informe describen como “brotes de langosta del desierto sin precedentes” en África oriental.
Los organismos de las Naciones Unidas estimaron que casi 690 millones de personas, o casi el 9% de la población mundial, pasaron hambre el año pasado, lo que supone un aumento de 10 millones desde 2018 y de casi 60 millones desde 2014.
El informe señaló que, tras haber disminuido de forma constante durante décadas, el hambre crónica “comenzó a aumentar lentamente en 2014 y continúa haciéndolo”.
En términos puramente numéricos, Asia es el lugar donde se encuentra el mayor número de personas subnutridas, unos 381 millones, según el informe. África es el continente con el mayor porcentaje de población, según los investigadores de las Naciones Unidas, con casi el 20% de las personas subnutridas del continente. Esto se compara con el 8,3% en Asia y el 7,4% en América Latina y el Caribe, según el informe.
Con los progresos en la lucha contra el hambre estancados incluso antes de la pandemia, los autores del informe dijeron que COVID-19 “está intensificando las vulnerabilidades e insuficiencias de los sistemas alimentarios mundiales”, definidos en el informe como todas las actividades y procesos que afectan a la producción, distribución y consumo de alimentos.
Los organismos de las Naciones Unidas dijeron que la “asombrosa” cifra de 3.000 millones de personas o más no puede permitirse adquirir los alimentos necesarios para una dieta saludable.
Es necesario hacer más, incluyendo “asegurar el acceso de todas las personas no solo a los alimentos, sino a los alimentos nutritivos que constituyen una dieta saludable”, dijeron.
Como resultado de la pandemia, las interrupciones en el suministro de alimentos, la pérdida de medios de subsistencia y la incapacidad de las personas que trabajan en el extranjero para enviar remesas a sus familias significan que es “aún más difícil para las poblaciones más pobres y vulnerables tener acceso a una dieta saludable”, concluyeron los organismos de las Naciones Unidas.