La semana pasada, la ONU señaló a Israel condenándolo y acusándolo de “violaciones de los derechos humanos”, mientras que los regímenes con una larga historia de abusos y violaciones bien documentadas de los derechos humanos, como Irán, fueron ignorados.
El Consejo Económico y Social de la ONU votó la semana pasada para condenar a Israel, y solo a Israel, como el único país del mundo que “viola los derechos de las mujeres”. La resolución fue aprobada con el apoyo de 40 de los 54 países miembros, entre ellos Arabia Saudita, Irán y Pakistán, los más notorios violadores de los derechos de la mujer.
No se ha dicho nada sobre el hecho de que millones de mujeres árabes sufran castigos corporales e incluso castigos por la forma en que se visten o se comportan; mutilaciones genitales, asesinatos por honor, incluso en países europeos, como este que votó a favor de condenar a Israel.
Por el contrario, las mujeres árabes en Israel disfrutan de acceso a la educación, el empleo y las libertades políticas como cualquier mujer en cualquier democracia liberal desarrollada ha llegado a esperar. No muchas personas en todo el mundo son conscientes de ello, porque sus medios de comunicación se lo ocultan y, en su lugar, empujan la línea anti-Israel.
El hecho de que esta resolución de la ONU sea antisemita es evidente, pero también es un ataque contra las mujeres oprimidas en los países árabes, que siguen sufriendo lejos de la atención del mundo porque todos en el mundo civilizado están ocupados condenando a Israel.