GINEBRA, Suiza — La ONU ha advertido que la operación militar antiterrorista a gran escala de Israel en Judea y Samaria podría “agravar significativamente la situación ya crítica” en la región.
El ejército israelí llevó a cabo una serie de ataques coordinados en las ciudades de Jenín, Nablús, Tubas y Tulkarem, que, según su propio informe, resultaron en la muerte de nueve presuntos terroristas palestinos.
La portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Ravina Shamdasani, señaló en un comunicado que estas operaciones “y la muerte de al menos nueve palestinos, dos de ellos aparentemente niños, elevan a 637 el total de muertos en Judea y Samaria desde el 7 de octubre”.
Durante este mismo periodo, 27 personas han perdido la vida en ataques terroristas en Israel y Judea y Samaria, incluidos miembros del personal de seguridad israelí. Además, cinco agentes de seguridad han muerto en enfrentamientos con terroristas en Judea y Samaria.
“Este es el mayor número de muertes registrado en un lapso de ocho meses desde que la ONU comenzó a documentar víctimas en Judea y Samaria hace 20 años”, agregó Shamdasani.
El incremento de la violencia en Judea y Samaria coincide con la guerra entre Israel y Hamás, que estalló tras la masacre perpetrada por el grupo terrorista Hamás el 7 de octubre en Israel.
Shamdasani también destacó que “muchos niños palestinos han sido asesinados mientras lanzaban piedras contra las fuerzas de seguridad israelíes, altamente protegidas, al igual que otros palestinos que no suponían una amenaza inminente de muerte o daño grave”.
Según la portavoz, el uso de la fuerza de manera “innecesaria o desproporcionada”, así como el incremento de asesinatos selectivos, es motivo de gran preocupación.
Denunció también que miles de palestinos han sido arrestados arbitrariamente, sometidos a torturas, violencia por parte de colonos, restricciones severas de movimiento y expresión, y han visto sus hogares y propiedades destruidas o confiscadas, y provocó desplazamientos forzosos.
Shamdasani subrayó que Israel, en su calidad de potencia ocupante, tiene la obligación de cumplir con las normativas internacionales, y afirmó que “el uso de ataques aéreos y otras armas y tácticas militares por parte de las fuerzas de seguridad israelíes contraviene las normas y estándares internacionales de derechos humanos aplicables a las operaciones de seguridad”.
La representante de la ONU concluyó que los presuntos asesinatos ilegales deben ser investigados de manera exhaustiva e independiente, y que los responsables deben ser llevados ante la justicia.