GINEBRA – La jefa de los derechos humanos de la ONU pidió el martes que cualquier sanción que se imponga a países como Irán que se enfrentan a la nueva pandemia de coronavirus sea “reevaluada urgentemente” para evitar que se colapse el sistema médico.
“En este momento crucial, tanto por razones de salud pública mundial, como para apoyar los derechos y las vidas de millones de personas en estos países, las sanciones sectoriales deben ser suavizadas o suspendidas”, dijo Michelle Bachelet en un comunicado.
“En un contexto de pandemia mundial, obstaculizar los esfuerzos médicos en un país aumenta el riesgo para todos nosotros”, dijo.
Bachelet insistió en que “las exenciones humanitarias a las medidas de sanción deben tener un efecto amplio y práctico, con una autorización rápida y flexible para los equipos y suministros médicos esenciales”.
Sus comentarios se produjeron cuando el número de casos de COVID-19 se acercó a 400.000 en todo el mundo, incluyendo casi 17.000 muertes, según un recuento de AFP utilizando fuentes oficiales.
Bachelet señaló en particular el caso de Irán, uno de los países más afectados por la pandemia con casi 2.000 muertes.
Incluso antes de la pandemia, señaló que los informes de derechos humanos habían destacado repetidamente el impacto de las sanciones sectoriales en el acceso a los medicamentos esenciales y al equipo médico en el país, incluidos los respiradores y el equipo de protección para los trabajadores de la salud.
La oficina de Bachelet destacó que más de 50 médicos iraníes han muerto desde que se detectó el primer caso de COVID-19 en el país hace cinco semanas.
Advirtió que la epidemia de Irán también se estaba extendiendo a los vecinos Afganistán y Pakistán, poniendo en tensión sus frágiles sistemas de salud también.
La declaración también advirtió que las sanciones podrían impedir los esfuerzos médicos en Cuba, Corea del Norte, Venezuela y Zimbabwe durante la pandemia.
“La mayoría de estos Estados tienen sistemas de salud frágiles o débiles”, advirtió Bachelet.
“El progreso en la defensa de los derechos humanos es esencial para mejorar esos sistemas, pero los obstáculos a la importación de suministros médicos vitales, incluyendo el excesivo cumplimiento de las sanciones por parte de los bancos, creará un daño duradero a las comunidades vulnerables”, dijo.
El jefe de derechos de las Naciones Unidas subrayó que “las poblaciones de esos países no son en modo alguno responsables de las políticas que son objeto de las sanciones y, en diversos grados, ya han estado viviendo en una situación precaria durante períodos prolongados”.
Bachelet destacó la importancia de proteger a los trabajadores de la salud: “Los profesionales de la medicina nunca deben ser castigados por las autoridades por señalar deficiencias en la respuesta a la crisis”.
Instó a los líderes mundiales a que se reunieran.
“Ningún país puede combatir eficazmente esta epidemia por sí solo”, dijo. “Tenemos que actuar con solidaridad, cooperación y cuidado”.