Tras el reciente anuncio del Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, de que el gobierno de Estados Unidos reevaluará la legalidad de los poblados de Israel en Judea y Samaria, el Enviado Especial de las Naciones Unidas (ONU) para Oriente Medio, Nikolai Mladenov, emitió una crítica mordaz a la política estadounidense, denunciando los “movimientos unilaterales” que “alimentan la ira y la desilusión”.
En respuesta a la declaración de Mladenov, el Director General de Regavim, Meir Deutsch, envió una respuesta muy clara al Enviado Especial de la ONU. “Sus recientes declaraciones públicas, y la caracterización de las actividades de Israel en Judea y Samaria en su exposición informativa al Consejo, revelan un prejuicio profundamente arraigado contra Israel”, escribió Deutsch. “Nos sorprendió su referencia a las acciones de Israel en el Área C como movimientos unilaterales, al tiempo que ignoraba convenientemente las propias acciones unilaterales de la ONU en el mismo territorio, acciones que violan el derecho internacional y los tratados firmados, socavando tanto la letra como el espíritu del marco de Oslo. Ni las Naciones Unidas ni la Unión Europea tienen el derecho moral, jurídico o histórico de determinar cómo será la resolución de este conflicto, ni cuál debe ser el resultado final de las negociaciones. Las declaraciones que dictan una resolución son contraproducentes y perjudiciales para la capacidad de la ONU de actuar como árbitro en cualquier negociación futura”.
La carta de Regavim detallaba el apoyo de la ONU, que ascendía a millones de dólares en los últimos años, a proyectos de infraestructura, agricultura y construcción en el Área C, el área bajo plena jurisdicción israelí, todo ello con el propósito declarado de fortalecer el Estado palestino específicamente en esta área. La financiación de las Naciones Unidas ha permitido a la Autoridad Palestina llevar a cabo proyectos de confiscación de tierras a gran escala, construcción ilegal generalizada y obras masivas de infraestructura diseñadas para facilitar el establecimiento unilateral de un Estado palestino de facto.
“Estos proyectos, realizados unilateralmente y sin coordinación con la Administración Civil ni con ningún otro representante oficial del Estado de Israel, son la única ‘violación flagrante del derecho internacional’ que se produce en el Área C”, señaló Deutsch. “Ya sea que el Estado de Israel sea considerado una potencia ocupante (como sostiene erróneamente la ONU), un administrador de territorio en disputa, o un liberador de territorio tomado por un gobierno extranjero hostil en una guerra de agresión (como es inequívocamente el caso en relación con la ocupación ilegal de Judea y Samaria por Jordania en 1948), el derecho internacional dicta que todos los proyectos de construcción e infraestructura deben ser llevados a cabo ya sea directamente por Israel o por individuos u organizaciones a quienes se les haya concedido un permiso específico para hacerlo por el Estado de Israel. Del mismo modo, los Acuerdos de Oslo delimitan muy claramente la jurisdicción de este territorio; las actividades de la ONU violan esta jurisdicción a diario”.
Deutsch concluyó su carta a Mladenov haciendo un llamamiento a las Naciones Unidas para que respeten su propia declaración: “El Movimiento Regavim hace un llamado a las Naciones Unidas para que desistan de todo apoyo a las actividades ilegales en el Área C”.
El ministro de Asuntos Exteriores Yisrael Katz, el ministro de Defensa Naftali Bennett, el embajador de Israel ante la ONU Danny Danon y el embajador de Estados Unidos en Israel, David Friedman, recibieron copias de la carta de Deutsch.