El ministro de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, David Cameron, ha manifestado la necesidad de una “garantía absoluta” por parte de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) para asegurar que su personal no esté involucrado en acciones hostiles contra Israel.
Esta declaración surge tras las recientes acusaciones de que algunos empleados de la UNRWA participaron en el ataque del 7 de octubre, lo que ha llevado a Gran Bretaña y Estados Unidos a suspender temporalmente su financiación a la agencia.
El pasado mes, ambos países tomaron la decisión de pausar sus contribuciones financieras a la UNRWA luego de que se sospechara que aproximadamente 12 de sus empleados estuvieron implicados en el ataque de Hamás que provocó el conflicto en Gaza.
Cameron, en una declaración a la prensa durante una visita a Bulgaria, indicó que para reanudar el apoyo financiero, es imprescindible tener una certeza completa de que incidentes similares no se repetirán.
“Lo que buscamos es una garantía absoluta de que esto no puede volver a ocurrir. Seamos claros: parece que había gente trabajando para la UNRWA que participó en los ataques del 7 de octubre contra Israel. Eso es inaceptable”, afirmó.
El ministro subrayó la importancia de las revisiones en curso y la urgencia de su conclusión, destacando el papel crucial de la UNRWA en la distribución de ayuda humanitaria en Gaza, donde actúa como la principal red de soporte para las personas necesitadas.
“Por eso pusimos en pausa nuestra financiación. Por eso se están llevando a cabo estas revisiones”, explicó Cameron, enfatizando la necesidad de que estas se realicen con rapidez para no interrumpir el vital suministro de asistencia a quienes dependen de ella en la región.